Iba camino al colegio con Andy en el asiento del copiloto, ambos estábamos en una mezcla de ansiedad y emoción. Ansiosos por un lado ya que tendríamos a primera hora el último examen del curso de física que era quizás la más complicada de las asignaturas (al menos para mí lo era); por otro lado emocionados, al salir de casa mis padres salieron conmigo camino a otra ciudad así que tendríamos la casa sola para celebrar el final del curso y mi cumpleaños.
Llegamos al colegio y la tensión que se sentía en el aire podía cortarse con un cuchillo, esto además del silencio sepulcral que había alrededor del patio y las caras preocupadas de todos los alumnos quienes llevaban en sus manos hojas con formulas y anotaciones. Andy y yo fuimos a los bancos del patio donde estaba el resto del 4to curso repasando cosas de último momento y esperando que sonara el timbre para ir a presentar, me senté al lado de Diego quien para ser sinceros se notaba un poco más relajado que el resto.
Diego – Hola – Me sonrió – Como estás?
Román – Hey… - Dije en voz baja y miré hacía la puerta del salón – Asustado la verdad.
Diego rió un poco y chocó suavemente su hombro contra el mío.
Diego – Tranquilo, seguro sales bien – Rió un poco – tú siempre sales bien, además hemos estudiado ya para este examen.
Román – Lo sé, es solo que… - Me encogí de hombros – es física!
Ambos reímos un poco y Diego revoloteó sus ojos negando con la cabeza. Fue entonces cuando sonó el timbre por todo el patio, Yo y el resto de los chicos comenzamos la marcha hacía los salones de clases, una vez dentro el profesor comenzó a organizarnos para presentar el examen. Como he mencionado antes los asientos en mi clase eran compartidos, una pareja por cada escritorio pero en periodos de parciales nos acomodaban de forma que cada quién tenía un asiento individual separado lo suficiente del resto como para no copiarnos las respuestas.
Después de dos horas varios de los estudiantes comenzaron a entregar sus exámenes y a salir al patio, yo lo hice al mismo tiempo que Andreína (La ex de Eduardo) y nos fuimos caminando juntos al patio, en el salón quedaron el resto de los chicos.
Andreína – Que tal?
Román – Ahí… creo que bien y tú?
Andreína – También, al menos creo que no voy a reparar jajaja.
Ambos reímos, “reparar” era cuando la nota obtenida en el examen de lapso no era suficiente para aprobar la materia, por lo que debías volver y presentar de nuevo otro examen de la asignatura que habías reprobado. Yo nunca había reparado en mi vida en el colegio, era un “Nerd” con todas sus letras jajaja.
Román – Bueno cariño, pero somos libres! Un año menos.
Andreína – Cierto!! Me muero de ganas por celebrarlo ya jajaja…
Román – Yo también, ojala que esta gente se apure en salir del examen para irnos a mi casa.
Legamos a uno de los banquitos del patio y nos sentamos.
Andreína – Hablando de eso – me miró y sonrió – Camila está muy entusiasmada con la idea de ir a tu casa hoy.
Román – Jajaja y eso? – Pregunté intrigado –
Andreína – Román por favor… -Me miró incrédula – Vas a decirme que no has notado nada?
Román – No – Dije defendiéndome y sonriendo – lo juro! Notar nada de qué?
Andreína – Bueeeno – Dijo con una risita y me señaló en advertencia – esto que quede entre nosotros, vale?
Román – Vale! –Levante mi mano en señal de promesa –
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Algo más que amigos (Gay)
RomanceUna Historia que narra como la vida Román (un chico de 16 años) cambia, una vez que comienzan a relucir todos esos sentimientos que tiene por su mejor amigo, haciéndole vivir experiencias inolvidables. Advertencia: Se encuentra llena de amor pero ta...