Después de un diciembre bastante movido, llegó finalmente enero, un mes bastante esperado especialmente por los estudiantes que como yo, estábamos en el último año de bachillerato, ya que enero traía consigo además del último semestres de clases, los preparativos para aplicar a las distintas universidades en el país, que era sin duda algo que generaba mucha ansiedad.
Eduardo – Buen día flaco – Dijo al subirse al carro, antes de acercarse y darme un beso corto en los labios –
Román – Buen día... - Lo besé también, notaba algo de mala actitud en Eduardo lo que era extraño ya que solía ser una persona bastante relajada y de buen carácter - ¿Todo bien?
Eduardo – Si – Soltó de una vez, antes de cerrar la puerta del carro. Luego suspiró antes de continuar hablando – O sea, no...
Román – Decídete sí o no, ya te pareces a mí – Dije divertido, mi novio me miró y sonrió en respuesta relajándose un poco –
Eduardo – ¡Es que no quiero escuchar nada más sobre las universidades y sobre el hecho inminente de que ya estamos prácticamente graduados y no tenemos ni la más puta idea de que vamos a hacer con nuestras vidas! – Atropellaba las palabras con algo de irritación – Estoy seguro además de que ahorita cuando lleguemos al colegio, en lugar de preguntarnos por nuestras vacaciones y cómo nos fue en las navidades, van a estar como buitres esperando para desde ya, desde el primer día de clase, saber que hemos pensado al respecto...
Román - ¿Y qué has pensado al respecto? – Pregunté aun con el carro detenido frente a casa de Eduardo –
Mi novio me lanzó una mirada fulminante de hastío. Sonreí tratando de serenarlo, esta evidentemente era la última pregunta que quería escuchar, en especial de mí. Puse mi mano sobre su muslo izquierdo.
Román – Vale, no tienes que contestar – Hablé en un tono pausado – Sé que nuestros papás han estado pesados con este tema, pero también es cierto que tenemos el calendario encima y debemos tener al menos un plan. ¿En algún momento vamos a tener que hablar de esto, o no?
Eduardo asintió mirando un punto fijo de la alfombra, luego levantó la mirada para encontrarse con mis ojos.
Eduardo – Si – respondió quedamente – Es solo que todo es tan real ahora, desde que empezó el año siento que los días vuelan y me da miedo despertarme mañana y que sea ya el día de la graduación... Que quizás tengamos que tomar caminos separados... - Confesó finalmente con un suspiro –
Entendía por fin qué generaba la actitud de Eduardo, yo también le había dado miles de vueltas a este asunto. El sistema de ingreso a las universidades no era muy sencillo, en especial a las autónomas, lo que hacía bastante improbable que ambos tuviéramos la suerte de quedar en la misma, sí es que acaso quedábamos en una de las públicas. Una opción posible eran las universidades privadas, pero Eduardo y yo estábamos bastante claros en que queríamos evitar la carga monetaria que esto representaba para nuestros padres, al ser bastante costosas, además Eduardo estaba decidido en probar con su sueño de estudiar medicina lo que prácticamente lo limitaba a las universidades públicas exclusivamente.
Román – También he pensado sobre eso – Dije con tono comprensivo – Y por más que quiera hacerme el loco, creo que es momento de afrontarlo. Lo siento, pero creo que formo parte de esos "buitres" que también quiere molestarte con lo de las universidades – Hice un puchero –
Mi novio sonrió desarmado y se acercó para besarme los labios.
Eduardo – Tú no me molestas para nada – Se quedó a unos centímetros de mi cara – Perdón por haber explotado así, pero tienes razón, tenemos que planear qué haremos así que ¿Cuál es plan?
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Algo más que amigos (Gay)
RomanceUna Historia que narra como la vida Román (un chico de 16 años) cambia, una vez que comienzan a relucir todos esos sentimientos que tiene por su mejor amigo, haciéndole vivir experiencias inolvidables. Advertencia: Se encuentra llena de amor pero ta...