Los días pasaban a una velocidad alarmante, Eduardo y yo vivíamos inmersos en la rutina que constaba de ir al colegio por las mañanas, quedarnos alguna que otra tarde a dar las clases particulares de química y física al resto del curso, mientras que el resto de las tardes estábamos o en su casa o en la mía estudiando para las pruebas de admisión que estaban a la vuelta de la esquina.
La primera prueba era en la Universidad Central de Venezuela, donde ambos presentaríamos, yo en la facultad de Ingeniería ese fin de semana y Eduardo una semana después en la facultad de medicina, luego presentaríamos en otras universidades públicas para tener más opciones, yo en la universidad Simón Bolívar en Caracas también y Eduardo en la Universidad de los Andes, que se encontraba en Mérida, una ciudad al sur-oeste del país y que quedaba aproximadamente a unas 10 horas de camino por carretera.
Por otro lado, Carlos se había mudado definitivamente a Valencia, Diego se notaba cada vez más cómodo cuando conversábamos en el colegio e Isaac seguía sin molestar, al menos nada drástico, Diego me contó que había contestado una de sus llamadas, lo convenció de ir a casa ya que su mamá estaba preocupada, el chico según lo que me dijo Diego estaba bastante molesto y se sentía abandonado por su mejor amigo.
Me encontraba en el patio del colegio, comprando un café para estar despierto durante la segunda mitad de las clases.
Andy - ¿Cómo te preparas para el fin de semana?
La chica caminaba a mi lado también con un café en la mano, Eduardo se había quedado con el resto de los chicos en uno de los bancos conversando mientras Andy y yo íbamos a comprar café.
Román – Ansioso... - Tomé un sorbo y me detuve a medio camino entre la cafetería y el banco donde se encontraban los chicos – Me siento preparado, pero a la vez bastante nervioso ¿Qué si no logro entrar?
Andy – Pues la vida no se acaba... - mi amiga se detuvo también a mi lado, sonriéndome con una expresión dulce –
Román – Yo sé que no, es solo un examen – Suspiré y miré en dirección a Eduardo – es solo que me preocupa pensar en el rumbo que tomaremos una vez se acabe el bachillerato.
Andy – Te entiendo "flaco" – este adjetivo lo pronunció con una voz seductora y grave que trataba de imitar a Eduardo, desde hace un par de días Andy había comenzado a decirme así en burla a como me decía mi novio –
Sonreí un poco revoloteando los ojos.
Román - ¿De verdad "Bebé"? – solté conteniendo la risa –
Andy - ¡Calla idiota! – Dijo colorándose como un tomate ya que así le decía Mauricio –
Los dos reímos con esto, la chica tomó otro sorbo y se quedó mirando también en dirección al grupo donde estaba además de Eduardo, su novio Mauricio.
Andy – Hablando en serio te entiendo, pensar en que apenas nos quedan un par de meses acá da algo de miedo.
Román - ¿Tú qué tienes pensado hacer?
Andy – Quiero estudiar diseño gráfico o publicidad y mercadeo – Dijo segura de sí misma – La verdad quisiera quedarme en la ciudad.
Sonreí con ternura y la miré, Andy se sonrojó un poco de nuevo y continúo hablando.
Andy – No solo por Mauricio, es decir, es una buena razón para quedarme. Pero la verdad quiero mucho mi pueblito y por los momentos no me veo lejos de aquí.
Román – Ya... ¿Mauricio qué planes tiene?
Andy – La verdad no está muy entusiasmado con la universidad, su papá tiene un negocio en el centro y creo que está ansioso por comenzar a trabajar allí y de hacer su propio dinero. En caso de estudiar algo, lo más probable es que sea administración de empresas.
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Algo más que amigos (Gay)
RomanceUna Historia que narra como la vida Román (un chico de 16 años) cambia, una vez que comienzan a relucir todos esos sentimientos que tiene por su mejor amigo, haciéndole vivir experiencias inolvidables. Advertencia: Se encuentra llena de amor pero ta...