Román- Estás seguro? – Sin dejar de jugar con mis dedos en su culo-
Eduardo- Que si coño! Quiero que me lo metas.
Román- Es que nunca lo he hecho con otro chamo – Le dije algo nervioso-
Eduardo- Yo tampoco, pero estoy muy excitado y quiero hacerlo contigo.
Román- Bueno, ponte boca abajo, ven!
Eduardo se tumbo boca abajo y levanto el culo poniéndose en cuatro para mi, primero me acerque y lamí entre ese par de nalgas grandes que se me antojaban tanto. Eduardo bufó muy fuerte y se estremeció.
Eduardo- Métemelo coño! – Me dijo resoplando-
Saque de mi pantalón mi billetera y de ella un condón, me lo puse y apunte mi polla en la puerta del culo de Eduardo, presioné un poco y comenzó a entrar despacio.
Eduardo- Agghh.. Despacio… Me duele.
Román- Quieres que pare?
Eduardo- No! Solo dámelo despacio.
Así lo hice hasta que estuve adentro de mi amigo. Apretaba increíble, deje que se acostumbrara un poco y comencé un mete y saca lento. La mueca de Eduardo paso de dolor a placer, hasta que él mismo se movía de manera circular en mi verga.
Eduardo- Ahh… Ahhhhh. No me lo saques! Ahhhahh!
Román- Shhh! Eduardo nos van a escuchar – Le dije entre gemidos y bese su espalda-
Eduardo- Sorry! Jaja aaahh…
Eduardo mordía la almohada, mientras yo hacía el menor ruido posible y trataba de escuchar si diego dejaba de roncar. Bombeé su culo por un rato hasta que sentí que me venía, así que aceleré mis embestidas y descargue toda mi leche en el preservativo.
Román- Uffff- Que rico aprietas.. Ahhhh
Me recosté en su espalda sin sacarle mi verga, tratando de recuperar la respiración. Mi amigo se dejó caer en la cama conmigo sobre él, luego giro un poco la cabeza y sonrió.
Eduardo- Fue buenísimo! Quieres probar tu también?
Aunque acaba de descargar mi leche, estar así con mi mejor amigo me excitaba muchísimo y quería mas de Eduardo, quería alargar ese momento todo lo que fuera posible.
Román- Si, pero despacio, me asusta un poco.
Eduardo- Tranquilo, ven! –Me beso antes de intercambiar lugares-
Eduardo se tumbó sobre mí, mientras paseaba sus dedos llenos de saliva entre mis nalgas, podía sentir su verga dura y caliento pegada a mi culo, así como también cuando comenzó a meterme un dedo; no sé si por el alcohol o lo excitado que estaba, no me dolió nada cuando Eduardo hizo esto, incluso cuando metió un segundo dedo, sólo me daba placer y yo gemía mordiendo las sábanas.
Eduardo- Creo que ya estás listo.
Román- Yo también. Métemelo ya.
En lugar de colocarme en cuatro, se tumbó de lado y levantó una de mis piernas sosteniéndola en el aire para hacerle espacio a su verga, la cual apuntó en la entrada de mi culo y presionó un poco. Esta vez si me dolió.
Román- Aaaay.. Me duele!
Eduardo- A ver intenta relajarte un poco, voy a ponerme un condón también a ver si ayuda un poco.
Luego de colocarse el preservativo, se lanzó a su segundo intento. Aunque me dolió un poco al principio, comenzó a entrar y sentí como me inundaba toda la carne caliente de mi amigo poco a poco, hasta que la tuve toda dentro de mí.
Eduardo- Ahhh ya está. Estás bien?
Román- Ahhh, Si.. ahh – Le dije entre gemidos-
Eduardo se quedó un rato sin moverse para que me acostumbrara a su verga y luego comenzó a bombear despacio. Yo sentía placer como nunca antes, por fin tenía a mi amigo cogiéndome como había soñado varias veces antes y desde esa posición, ambos de costado y él sosteniendo una de mis piernas, podía ver su cara de placer, perlada de sudor mientras me penetraba, lo cual me volvía loco. Eduardo me besaba mientras se entrecortaba su respiración y me miraba con esa cara de lujuria que nunca había visto en él y que por mucho se convirtió en mi favorita de las que había apreciado en dos años de amistad.
Por un momento no se escuchó nada salvo nuestras respiraciones y gemidos por lo bajo, atenuados con los ronquidos de Diego de fondo. Eduardo me metía la verga entera, hasta que sentía sus huevos rebotar en mis nalgas, luego se movía un poco en círculos, la sacaba y repetía la operación.
Eduardo- Ahhh.. Me encanta ver tu cara mientras te cojo. Ya casi me vengo.- Me dijo resoplando-
Román- Acaba, quiero verte hacerlo.
En eso, mi amigo aceleró las embestidas, hasta que se estremeció completamente y comenzó a venirse.
Eduardo- Uff.. Ahhhhh. Que rico!
Su cara fue de total placer. Yo aproveché para besarlo mientras descargaba el resto de su leche. Eduardo me la sacó y se dejó caer boca arriba a mi lado. Ambos estábamos exhaustos y empapados en sudor, nos miramos y reímos juntos, como si acabáramos de terminar un partido de futbolito o algo así, Fue raro y tierno a la vez. Levanté su brazo izquierdo y me acomode a su lado abrazándolo por la cintura y apoyando mi cabeza en su pectoral, donde podía escuchar el corazón de mi amigo acelerado, mientras poco a poco recuperaba su repiqueteo normal luego de la faena; bajó su brazo, rodeando mi cuerpo y comenzó a acariciar mi mejilla, en esa posición y con la serena melodía de sus latidos caí rendido por el cansancio.
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Hola a todos! Mil gracias a todos los que se toman el tiempo para leer este relato, espero que no se hayan quedado dormidos a la mitad jejeje y que les haya gustado, así como que dejen sus comentarios y sugerencias! Quise comenzar con estos 4 capitulos para ver que tal me va como escritor (Es mi primera historia en este portal). Recuerden votar si les ha gustado y comentar lo que quieran, dentro de muy poco traeré la continuación de la historia :D
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Algo más que amigos (Gay)
RomanceUna Historia que narra como la vida Román (un chico de 16 años) cambia, una vez que comienzan a relucir todos esos sentimientos que tiene por su mejor amigo, haciéndole vivir experiencias inolvidables. Advertencia: Se encuentra llena de amor pero ta...