Capítulo 34. (La Boda)

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Detuve el carro en casa, seguía inmerso en mis pensamientos sobre lo ocurrido con Diego. Acabábamos de tener una larga conversación en la cual Diego me había dicho que "necesitábamos un tiempo" al volver de Canadá hablaríamos sobre lo nuestro y podríamos decidir que rumbo tomar a partir de allí.

Entre a casa por la puerta de la cocina y vi en uno de los mesones la torta que Andy había traído para el almuerzo de esa tarde, fue entonces cuando recordé lo ocurrido más temprano. Mi madre debía estar en algún lugar de la casa, esperando que le hiciera entender que coño estaba pasando entre Diego, Eduardo y yo. Como la camioneta de mi papá aún no estaba afuera, indicando que no había vuelto del trabajo, decidí que era el mejor momento para explicarle todo a mi mamá, suspiré, deje las llaves en la cocina y subí las escaleras hasta su cuarto.

Al abrir la puerta la encontré sentada sobre la cama, apoyando su espalda en la cabecera y con las piernas extendidas. Estaba leyendo un libro, al verme entrar bajo un poco el mismo y me sonrió.

Román - Bendición ma - Medio sonreí también -

Victoria - Dios te bendiga. ¿Cómo te terminó de ir hoy?

Mi mamá preguntaba de forma sincera, realmente quería saber como me encontraba sin importar que pudiera salir de mi boca ella estaría allí para mí, o al menos eso me hacía sentir. Me saqué los zapatos y me acosté en la cama a su lado, apoyando mi cabeza en sus muslos y abrazando sus piernas.

Victoria - ¿Está todo bien? - Preguntó cálida acariciándome el cabello -

Román - Más o menos ma. Diego terminó conmigo - solté finalmente algo avergonzado -

Victoria - ¿Fue acaso por lo que pasó más temprano en el almuerzo con el tema de Eduardo?

Román - Entre otras cosas... - Suspire - supongo que es mi culpa, al no saber aclarar las cosas en mi cabeza entre Diego y Eduardo a tiempo.

Victoria - ¿Y qué es lo que pasa con Eduardo?

Me quedé unos segundos en silencio mientras pensaba como contestar esa pregunta, finalmente decidí expresar cómo me sentía sin más.

Román - Diego no es el primer chamo con el que pasa algo ma... Fue Eduardo por quien empecé a sentir cosas que no había sentido nunca antes y fue él el primero con el cual llegue a tener algo - Suspiré y continue hablando - luego las cosas se nos fueron de las manos, peleamos y fue cuando comencé a salir con Diego.

Victoria - Umm... - Mi mamá escucho cada una de mis palabras comprensiva, sin dejar de acariciarme el cabello y luego soltó tranquila - Creo que una parte de mi ya lo sabía.

Román - ¿¿De verdad?? - Giré un poco sorprendido para ver su cara, Mi madre sólo sonrió en respuesta -

Victoria - ¿Eres Mi hijo recuerdas? - Sonrió con sarcasmo - creo que te conozco mejor que muchas personas. Es más, voy a contarte una historia.

Le medio sonreí intrigado por saber cual historia iba a contarme y volví a girarme para quedar de nuevo cómodamente recostado en su pierna, mientras me acariciaba el cabello y comenzaba a hablar.

Victoria - ¿Recuerdas cuando nos mudamos para acá?

Román - Como olvidarlo... - Solté irónico, había odiado esa mudanza -

Victoria - Exacto! - Dijo mi mamá entre risas como si hubiese evidenciado algo que estaba más que claro y que yo había pasado por alto - tú odiabas todo sobre esta ciudad... Te molestaba el calor, te quejabas de tener que dejar a tus amigos y tu colegio en Caracas, llegaste toda la primera semana de clases aquí echando pestes sobre el colegio nuevo y sobre los que allí estudiaban...

Algo más que amigos (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora