Capitulo 1

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Capítulo 1.

Narra Camila.

¡Maldito Despertador!

¡Maldita Universidad!

¡Maldito primer día de clases!

Bueno, creo que se darán cuenta de que odio levantarme temprano.

¡Oh! pero que modales los míos, olvidé presentarme.

Me llamo Camila Gilbert, tengo diecinueve años, y vivo con mi abuela. Mi mamá desapareció cuando tenía solo cuatro años, ella me tuvo con tan solo quince años, digamos que mi padre le pidió a mi mamá la famosa "Prueba de amor" y de esa "Prueba de amor" salí yo. Soy más bien una chica de cabello castaño, piel blanca algo tostada y penetrantes ojos azules, en estatura creo que 1,75 no estoy segura, mi personalidad...Soy muy tímida, diría que mi abuela tiene más vida social que yo.

Con eso digo todo.

Cuando era chica me dijeron que mi mamá desapareció, pero al cumplir los quince me dijeron que ella fue secuestrada por el mercado negro. (Engañaron a mi mamá, diciéndole que podía trabajar como empleada en una casa y que solo vivía una anciana ahí, según la policía, la llevaron apenas toco la casa y desde ese entonces no sé nada de ella)

Solo imaginarme que mi mamá debe de sufrir violaciones y cosas parecidas me parte el jodido corazón, también esta esa posibilidad de que ella ya no esté con vida, y eso me aterra.

Desde los cuatro años vivo con mi abuela, ella se comporta como una joven, y sale con sus amigas (Doña Mari y Susana) que tienen su misma edad, salen a pasearse por las plazas o van al mercado para comprar ingredientes para sus pasteles. En cambio, yo estoy todo el día en casa y en el trabajo, trabajo en una cafetería, ahora iré allí y luego de la Universidad ya que cambié mi turno.

Mi abue y yo nos mudamos de ciudad, para que yo pudiera estudiar en la Universidad de Chicago, no vivíamos muy lejos de aquí, pero conseguí una casa en venta en un precio impresionantemente bajo, algunas veces pienso que mi casa podría estar embrujada o algo por el estilo ya que el precio es completamente raro, o sea la casa está en perfectas condiciones y la venden barato, no sé, es algo sospechoso.

Termino de vestirme y bajo las escaleras dando saltos, veo a mi abuela en la cocina y la abrazo por detrás.

— ¿Cómo amaneció la mejor abuela del mundo mundial? —Murmuro abrazándola fuerte.

— Cam, me asfixias —Me aparto riendo.

— Perdón.

— Cam, ya prepare el desayuno, siéntate que ya te lo sirvo. —Hago lo que me dice así podemos desayunar juntas como siempre. — Hoy voy a salir, Cam. No me esperes despierta —Dice guiñándome un ojo, la miro con los ojos como platos, y comienzo a reírme.

—Claro —Digo sin prestar importancia al asunto.

—Cielo...Creo que deberías salir más, es algo triste que hasta tu abuela tenga más vida social que tú.

Y así comenzamos, siempre es lo mismo.

— Abue, no empieces —Le advierto.

—Cam, debes hacer amigos, hasta debes tener novio, nunca trajiste a nadie a casa y eso me preocupa, deberías volver a tomar las clases de baile.

Me acuerdo que mi mamá me llevó a una academia de baile con tan solo tres años, era la mejor siendo sincera, y cuando ella desapareció, seguí bailando porque sabía que a ella le gustaría saber que me convertí en una excelente bailarina, me encanta poder moverme libremente al son de la música pero cuando me enteré de lo que paso con mi mamá lo deje.

— ¿Sabes, abuela? ya no quiero seguir desayunando - Me levanté de la mesa enojada.

—Lo siento, Cam, ya no volveré a hablar de eso - Dijo, pero sé que es mentira, siempre lo mismo y lo mismo

—De acuerdo - Le doy un beso en la frente y me despido de ella para ir a la Universidad. — Adiós, te quiero - Digo cuando salgo.

—Yo también, cielo.

(***)

La Universidad es enorme, llevo paseándome por ella unos cuantos minutos y no encuentro mi clase, lo último que me falta es llegar tarde.

Y de repente choco con un cuerpo lo que hace que mis cuadernos caigan al piso, y los levanto rápidamente.

—Perdón -Murmuro.

—Oye no te disculpes la culpa fue mía - Dice una chica de piel blanca y de cabello largo ondulado de un color marrón casi tirando al rubio es alta y muy delgada. — ¿Vas en primer año?

—Sí -Digo tímidamente

—Oh, ¿Me dejas ver tu horario?

Asiento con la cabeza y se lo doy. Soy terrible haciendo amistades, en el colegio no tenía amigas, mis recreos los pasaba sola leyendo un buen libro. Soy tímida que digo soy timidísima.

—Bien - Dice dando saltitos de alegría — ¡Tenemos el mismo horario!

— ¿En serio?

—Sí, eso significa que no me voy a despegar de ti, y seremos grandes amigas.

Alto ¿Esta chica quiere ser mi amiga?

—Me llamo Hayley Miller - Dice ella ofreciéndome una mano como saludo.

—Camila Gilbert - Digo estrechando su mano.

—Me gusta tu nombre tiene varios diminutivos pero me gusta más "Mila" ¿No te molesta que te llame así?

—No, ¿Sabes dónde está nuestra primera clase?

— ¡Sí, vamos! - Dice halándome de la mano y llevándome a nuestra clase.

Llegamos a la clase y gracias a Dios no está el profesor todavía, al entrar todos nos miran pero luego vuelven a ignorarnos.

Menos un chico.

¡Santa Madre De Dios!

Ante mi está el chico más caliente y atractivo que he visto, miré directamente a esos penetrantes ojos azules, él me mira de arriba a abajo como si estuviera estudiándome. Me ruborizo y aparto la mirada.

Si me hubiesen dicho que en la Universidad hay chicos así de calientes hubiese venido antes.

—Mila - Dice Hayley

— ¿Si? - Pregunto algo agitada.

—No es por nada pero... - Dice mientras nos sentamos en los asientos del frente — Adam Brooks te está mirando, él es el chico más caliente de toda la Universidad.

— ¿Ah sí? -digo fingiendo desinterés.

—Sí, y te puedo decir que todavía te observa, este año va a ser interesante -Dice riendo — Lo presiento.

Yo solo asiento con la cabeza y siento que alguien me mira, puedo apostar que es ese tal Adam pero no quiero mirar. No sé por qué pero siento que él me traerá problemas.




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Esta novela la escribi en 2014-2015 y sí puede ser cliché, y lo es. Era el genero que más me gustaba en ese entonces... así que ya les advierto que si no les gusta el cliché esta novela puede que no sea de su agrado o tal vez sí, quien sabe. No es la friki y el popular pero algunas cosas pueden empalagar ahre.

Besos.

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