Capitulo 46

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Capítulo 46.

Narra Adam.


Llegamos al hospital lo más rápido que pudimos, me ofrecí a conducir yo, pero no me dejaron. Me sentía impotente, me partió el corazón ver como ese hijo de puta golpeo a Cam, solo podía golpear los barrotes, pero nada servía.

¿Qué clase de protección le estoy ofreciendo a ella? Soy un inútil, es la verdad, deje que la lastimara, sé que no tenía forma de ayudarla, pero no sé, debí a ver hecho algo y no hice nada.

El ver que fue Aaron quien la salvo me hizo sentir peor, ese debí ser yo, no él, el cuerpo de Cam estaba más pálido de lo normal y esa horrible marca en su rostro me enfureció.

Lo peor fue escuchar sus gritos y sollozos, ella no merece una vida así, no tiene la culpa de que su padre sea un cabrón de mierda.

Aaron...No sé qué pensar de él, se nota que ama a Cam y eso me preocupa mucho.

¡Joder! Yo amo como loco a Cam, nunca cuando digo nunca es que jamás, pensé enamorarme.

Me gustaba jugar con los sentimientos de las chicas, eso a mí no me importaba, pero cuando la vi sabía que ella era diferente y valla que lo fue.

Cuando me dijo que estaba embarazada, solo me enamore aún más si es que eso es posible, ella es tan perfecta que a veces creo que no la merezco.

Llegué al lugar, vi a Aaron y a Hayley abrazados, fruncí el ceño y me acerqué a ellos.

Hayley tiene los ojos llorosos, cuando me vio se levantó del suelo y me abrazo, yo le correspondí el abrazo, pero no muy fuerte ya que todavía me dolía el cuerpo.

—Yo sé que se pondrá bien —dijo Hayley separándose—, ella es la mujer más fuerte que he conocido.

Y es verdad, ella es muy fuerte, todo lo que tuvo que pasar, ella es admirable.

Lo de su mamá es algo que me molesta, el hacer todo ese teatro que la secuestraron para quedar como la víctima, es despreciable. Sé que Cami no quiere hablar del tema y por eso no lo hago, también sé que muy en el fondo ella no quiere ser como su mamá, tiene miedo. No sé lo que se deberá sentir vivir sin tus padres, yo los tengo a ambos y a mi hermana y ella solo a su abuela y a esa tía que viene algunas veces al año.

Ya pasaron algunos minutos que a mí se me hacen eternos, la gente que pasa en frente nuestro nos miran raro, no los culpa la pinta que tenemos no es la mejor del mundo.

Yo llevo unos pantalones blancos, mejor dicho de un color horrible ya que se mancharon y una remera floja gigante, en el hospital usaba esto ojala que nadie me reconozca. Hayley está con su cabello alborotado y con manchas negras debajo de los ojos, su ropa no está por lo menos sucia y Aaron tiene la ropa sucia y el cabello algo alborotado, no es tan malo.

Solo rezo en silencio, no quiero que a mis bebés les suceda algo, eso me rompería el corazón en miles de pedazos.

Una doctora se acercó a nosotros con una cara de amargada.

— ¿Ustedes son los parientes de Camila Gilbert? —pregunto con un extraño acento.

Asentimos todos, ella miro la hoja y luego a nosotros.

—No le pasó nada grave, tendrá unos cuantos moretones y mucho dolor, pero no se ha roto nada.

— ¿Y los bebés? —pregunte nervioso.

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