Capitulo 58

3.8K 185 38
                                    


Capítulo 58.


— ¿Es normal estar nerviosa? —preguntó mientras caminábamos de vuelta a casa.

Levante mi mirada y la vi, estaba jugando con su anillo y se la notaba nerviosa.

—Pues creo que si es normal —dije encogiéndome de hombros.

Ella sonrió de lado y seguimos caminando.

Al llegar en frente de casa vi a Adam mirarme con el ceño fruncido, corrí hacia él y me tire encima de él, nos tambaleamos un poco pero se estabilizo.

Acune su rostro y lo besé, me sentía muy feliz y quería que él lo supiera.

— ¿A qué se debe eso? —Pregunto sonriendo— No es como que me queje.

Acomode mi cabello y besé su mejilla.

—Estoy feliz —su rostro se ilumino y beso mi frente.

—Camila...

Me separe de Adam y vi a mi mamá mirarme con una sonrisa y a la vez algo incomoda.

— ¿Quién es ella? —pregunto Adam.

Lo mire y sostuve su mano.

—Adam, ella es mi Emma...

Lo vi tensarse al instante.

Todavía no le conté su historia, así que Adam prácticamente la odia.

—Tranquilo —susurre—, ya me lo contó todo... merece una oportunidad.

Adam asintió y le paso una mano en forma de saludo.

—Hola soy Adam, el prometi...

Le di un codazo para que no lo dijera. Quería que guardemos el secreto hasta que les digamos a nuestras familias y amigos reunidos lo del compromiso.

—Soy su novio —dijo sobándose la parte donde lo golpeé.

—Yo soy Emma... bueno creo que ya sabes quién soy —dijo soltando una risita.

Escuchamos que la puerta principal fue abierta de golpe.

Todos miramos a mi abuela que se quedó inmóvil en su lugar, mire a Emma que estaba igual de quieta con algunas lágrimas bañando su rostro.

—Por Dios bendito —dijo lágrimas descendían de su rostro—. Santo cielo... ¿Emma?

Ella solo estaba como una estatua sin emitir palabra alguna, me acerque a ella y le di un leve empujón. Ella reacciono y lo primero que hizo fue salir corriendo a abrazar a mi abuela.

Escuchaba sus sollozos... y también los míos.

Adam se acercó hasta mí y me tomo de la cintura, su barbilla reposaba en mi hombro y me balanceaba lentamente. Poco a poco deje de llorar y me permití ver la escena conmovedora de ellas.

—Mamá... —sollozo ella en su pecho.

—Ya mi cielo todo estará bien —le susurraba mi abuela.

Seguro mi abuela, todavía estaba intentando de procesar lo que está ocurriendo en estos momentos. Ella nunca perdió las esperanzas.

— ¡Gracias Dios mío! ¡Gracias por traérmela devuelta sana y salva!

Las dos necesitaban hablar así que lo mejor sería que vaya con Adam a su apartamento.

—Adam... creo que ellas necesitan hablar, ¿me llevas a tú apartamento? —pregunte y él asintió.

All for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora