Capítulo 38.
—Ya la llame mil veces y no me atiende —dije en tono preocupado.
—Su mamá dijo que no paso la noche en su casa —dijo Jamie.
Aaron no opinaba nada ya que no la conocía, pero intentaba ayudar, por lo menos.
Tenía un plan, pero no creía que Aaron ni Jamie estuvieran de acuerdo, si llamaba a John y le decía que es lo que quiere a cambio para dejarnos en paz... yo lo haría, sé que no tenía que ser tan idiota, pero necesitaba saber que Hayley está bien.
Esto me está cansando.
Primero Jamie luego Adam y ahora Hayley...
—Mira, Dylan fue el que rastreo tu celular, cuando tu papá te secuestro, capaz él pueda ayudarnos otra vez.
— ¿Tienes su número de celular? —pregunte y el asintió.
—Tranquila, voy a llamarlo y tú por el amor de dios come algo —puso los ojos en blanco y camino un poco lejos para llamar a Dylan.
Aaron me paso el sándwich y lo comí sin hacer quejas, este no era el momento, a decir verdad no sé cuándo mi vida empezó a complicarse tanto.
Parece que mi vida es un maldito juego para John y el sentir la maldita culpa no ayuda.
—Veo que al fin comiste todo —dijo Aaron sentándose a mi lado.
—Pues sí, no creo que sea el momento para mis quejas —dije y él sonrió.
—Esa tal Hayley, ¿es tu amiga? —pregunto y yo me acomode mejor en el asiento.
—Sí, antes la verdad era tímida y no tenía amigos, era todo muy difícil y que tu no estuvieras conmigo no ayudaba en nada.
—No sabes cuánto siento eso...
—No Aaron, no te disculpes no es tu culpa —dije tomándolo de la mano—, Hayley fue la primera amiga que tuve y enserio es muy importante para mí.
—Princesa no llores, no me gusta verte llorar —sonreí y limpie mis lágrimas.
—Últimamente llorar se está volviendo un hábito.
Él arrugo la nariz al oír eso.
—Te va a caer muy bien ella, es muy simpática —dije y me levante—. Vamos a ver que paso con Dylan
Asintió y se levantó, vimos como Jamie finalizaba la llamada y venia hacia nosotros.
—Hable con él y dijo que debemos ir a su casa, ya que ahí tiene todo lo que necesita.
—Claro, miren ustedes dos vayan a la casa de Dylan y yo regreso al hospital junto a Adam.
Ambos dudaron un poco pero al final aceptaron, yo obviamente mentí, soy una idiota lo sé.
Marque el número que ya había registrado.
—Esperaba tu llamada —dijo con una voz odiosa— ¿Ya te fueron con el chisme de que tu amiga no está por ahí?
Odio y desprecio, ese era el sentimiento que sentía.
— ¿Qué quieres? —pregunte ignorando lo que dijo.
—Dios Camila... solo quiero escuchar: "Hola papá, ¿cómo estás?"
Ya veo de donde herede el sarcasmo.
—Déjate de sarcasmo, ¿dónde está Hayley?
—Está aquí conmigo, ¿sabes? es muy mal educada —dijo riendo.
—No te atrevas a tocarla —dije escupiendo las palabras.
—Tienes el maldito carácter que tu madre —dijo con odio.
—Yo no soy como ella.
—Escucha, si quieres tener a tu amiga sana y salva ven debajo del puente central de la ciudad — sabia donde era el lugar y no era nada bonito— Y no traigas a tu novio... ¡Oh cierto! Seguro está en el hospital en este momento.
No me importo nada y aventé mi celular lo más lejos posible, escuche los pedazos romperse y camine hacia mi auto, ya no sabía qué hacer, quería ir, no me importaba que me hicieran daño, pero el saber que tengo a esas dos personitas especiales hace que me retracte.
Subí al auto y comencé a pensar si ir o no, Hayley es mi mejor amiga y ella esta con el psicópata por mi culpa.
Encendí el auto y lo puse en marcha, todo el viaje prácticamente la pase llorando como un bebé.
Una voz en mi cabeza me gritaba: "Esto es un suicidio", pero la ignoré, una vez que llegué divise un camioneta blanca, de la cual salían John y un hombre muy fuerte del auto.
Vi salir a Hayley, tenía las manos esposadas y una cara de querer matar a los dos, baje del auto cerrándola con un portazo, lo que llamo la atención de todos, Hayley levanto su mirada y me vio, comenzó a querer soltarse y parecía algo nerviosa, Ella sabía que no tengo que estar aquí.
—Miren, la niña caprichosa si vino —dijo John y yo solo camine hasta Hayley.
Pero el hombre intervino mi paso.
—Ya vine hasta aquí, ahora dime lo que quieres —pregunte y el rio amargamente.
— ¿Sabes? te lo voy a decir —dijo riendo— Quiero matar a tu querida madre.
Lo dijo tan tranquilamente que no parecía una locura.
— ¿Qué? —dije sin comprender.
—Lo que oíste —dijo acercándose a mí por lo cual yo retrocedí—, voy a amenazarla.
— ¿Con que piensas amenazarla? —dije tragando saliva.
—Es fácil, le digo que te tengo a ti y que si no vuelve te mato.
Hayley ahogo un gritó y yo negué con la cabeza.
—Yo no le importo —dije y él asintió.
—Lo sé —dijo riendo—, pero capaz halla recapacitado y no quiera que te hagan daño, yo que sé.
Tenía ganas de llorar, mi madre no vendría si se fue, ¿para qué volvería? ¿Para salvarme? Lo dudaba.
—Ella debe pagar el haberme abandonado, el haberte alejado de mí, todo hubiese sido muy distinto si ella no te hubiera ocultado y se hubiese quedado conmigo, lo único que te digo es que intente arreglar las cosas contigo y como no funciono no dudes que no sentiré nada al matarte si ella no vuelve.
Hayley me miro y dijo:
—Camila no debiste venir en tu condición —dijo Hayley.
John frunció el ceño, vine a salvarte y tú cagas todo.
— ¿Tu condición? —pregunto John.
—Sí, ya sabes estoy deprimida, porque mi novio casi muere, tengo dolor de cabeza, ya sabes cosas sin importancia —dije segura.
Él parecía estudiar cada palabra que dije, pero al final asintió con una sonrisa.
— ¡Oh! Me entere de eso —dijo y tenía unas ganas tremendas de golpearlo.
—Me das asco —escupí las palabras con desprecio.
—Como si me importara —dijo riendo, ya me canse de su sonrisa—. Tú te vienes con nosotros y punto.
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All for you
Romance||Libro #1 de la saga Brooks|| "Todo Por Ti" Mi madre me tuvo con tan solo quince años. Aún con esa corta edad fue una gran madre, o eso es lo que creo, porque no la recuerdo mucho ya que el destino o como quieran llamarle la separó de mí. Mi abuela...