Capitulo 11

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—Quiero maquillar a bobo -Dijo la niña haciendo un adorable puchero.

—Ni de coña -dijo susurrando para que Tessa no lo escuchara.

Miré discretamente a la niña, hice un gesto con mis manos para que se acercara y ella lo hizo curiosa.

—Yo lo distraigo y cuando te haga esta señal -dije acariciando mi cabello —Vas y le pintas la cara.

La niña me veía, como si fuésemos a hacer una locura y literalmente dudo que Adam esté de acuerdo, pero no me importa.

—Adam -dije mientras me sentaba en el sofá junto a él — ¿Qué te parece si me das un beso?

Él me miró confundido. Luego una sonrisa apareció en su rostro.

—No tienes que pedírmelo dos veces nena -dijo acercándose a mis labios —sabía que eso de ser amigos era una broma.

El muy idiota cerro sus ojos tiempo que use para hacer la señal, Tessa vino corriendo junto a Adam y muy rápidamente le puso labial en los labios.

Obviamente Adam se asustó y se movió por lo que tenía una línea de pinta labios color rojo en sus labios y rostro.

—Ups -dijo la niña sonriente, pero luego salió corriendo.

Yo me aguantaba la risa, pero no pude, estallé en carcajadas, pero paré de golpe al ver la cara de Adam.

—El rojo definitivamente es tu color -Dije con una sonrisa.

— ¿Sabes? Acabas de jugar con mis sentimientos -dijo sin rastro de humor en el rostro.

Bueno. No creo que me haya pasado.

—Adam...

No pude terminar ya que Adam ya me tenía levantada como un saco de patatas nuevamente. El recuerdo de qué paso la última vez que estuvimos así volvió a mi mente.

— ¿A dónde me llevas? -pregunte con voz suave.

—Ni creas que con ese tono te salvas.

Golpeó mi trasero con su mano y yo solté un grito.

— ¡Brooks!

Se rió pero no me soltó.

Mierda.

— ¡No, No, No! -Dije removiendo me— ¡Adam, la piscina no!

—Tú solita te lo buscaste, ángel.

Y en un segundo yo ya estaba en el agua.

¡Esta me la pagas Brooks!

Comencé a patalear en el agua y asome mi cabeza buscando aire.

— ¡Adam, no sé nadar!

Lentamente iba sumergiéndome.

Lo último que pude ver fue el pánico en su rostro, sentí como el agua se movía lo que significaba que Brooks entró a la piscina.

Sentí sus manos en mi cintura pero me alejé y nadé hacia arriba, limpie mi rostro y comencé a reír.

Adam salió a la superficie y me miró con el ceño fruncido.

Él no entendía, pero luego vio que estaba flotando y lo comprendió todo.

—Eres una pequeña mentirosa -dijo acercándome a su cuerpo.

— ¿No era una pequeña pesada? -dije arqueando mis cejas.

—Eso también, pero no olvides que también eres un ángel -dijo mirándome con una sonrisa de lado.

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