Capitulo 55

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Capítulo 55.


No podía evitar sonreír como una tonta.

Adam conducía su auto mientras con su mano libre acariciaba mi muslo, me regañe mentalmente por tener está sonrisa.

¡Camila! Por dios disimula un poco.

Mire a Adam y él también tenía esa sonrisa. Sentía que mi corazón se me salía del pecho.

Sentí un golpe en mi estómago y abrí los ojos alarmada, luego agrande mi sonrisa.

—Adam, para el auto —dije y él me miro asustado.

Aparco el auto en medio de la calle, esperando a que le dijera algo, pero no lo hice, tome su mano y la lleve en mi vientre, sentí otro golpe y él me miro sonriendo.

— ¡Oh por dios, se mueven! —dijo y yo asentí sonriendo.

Era la primera vez que se movían y eso me asusto un poco.

—Adam no lo creo... —dije con pequeñas lágrimas en mis ojos.

Esperamos unos minutos a ver si se movían de nuevo, pero no lo hicieron.

—Quiero que se muevan de nuevo —dije haciendo pucheros.

Adam río y beso mis labios.

Desabrocho su cinturón y agacho su cabeza hasta mi vientre, lo mire extrañada.

—Hola princesas —dijo y sentí una patadita y luego otra— ¿Lo sentiste?

Asentí.

—No puede ser, reconoces tu voz —dije incrédula.

—Sólo quiero decirles a ambas que las amo con toda mi vida y que estoy muy ansioso en ver sus rostros... —Otra patadita—, porque sé que serán las niñas más hermosas del mundo, por eso no tendrán novio hasta los dieciocho.

Solté una carcajada.

—Su padre solo bromea —Adam me miro enarcando una ceja—. Estás bromeando ¿Verdad?

Negó con la cabeza.

— ¡ADAM! -Dije riendo— Ellas tendrán novio cuando quieran... bueno a la edad del catorce o quince, que se yo.

—No quiero que sufran, son mis niñas, no soportaría que algún idiota las lastimara.

Se me encogió el corazón de ternura. Acuno su rostro con mis manos y beso sus labios con ternura.

—Eso es algo que no podemos evitar —dije y él asintió poco convencido—, ellas tendrán su propia historia y eso es algo que tarde o temprano pasara.

—Las meteré en clases de artes marciales —dijo más para sí.

—No —dije y él sonrió—, no Brooks, ellas serán unas niñas delicadas, no las meteremos en eso.

—Pero si es una buena idea... así sabrán defenderse.

—No.

—Eso lo veremos dentro de unos años —dijo besando mi mejilla.

—Practicaran ballet —dije muy convencida.

— ¿Con que tú si puedes elegir no? —asentí y bese de nuevo su mejilla.

—Mejor conduce Brooks, ya quiero ir a casa —dije riendo.

Él beso mi frente una vez más y me llevo a mi casa.

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