El sofá del living era grande, cómodo y terriblemente suave.
Jc había traído unas mantas para que pudiera armar mi cama temporal y había desaparecido en cuanto tocaron el timbre de la entrada.
No iba a ser tan malo dormir acá.
Podía ver netflix hasta la hora que yo quiera.
Kian saltó a mi improvisada cama, desarmandola.
Él me podía irritar con tan solo su presencia.
Mire por la gran ventana las luces alumbrando la entrada de la casa. Ya no tenía fuerzas para discutir o siquiera contestar a sus estúpidas insinuaciones. Estaba intuyendo que esto no iba a ser bueno para ninguno de los dos.
-¿Ahora no hablas?- trató de llamar mi atención pero yo ya estaba más allá de este mundo.
Era una noche preciosa en Los Angeles. Una suave brisa hacía bailar las copas de los árboles y desee estar en casa con Dylan hablando en el patio de su casa. Mi amigo siempre hacía las cosas mejores, era fácil estar a su alrededor.
Solo quería que Kian deje de ponerme los pelos de punta como lo hacía cada vez que entraba a una misma habitación que yo.
Mi mente estaba en blanco porque no sé cómo actuar o quién ser en este lugar, frente a personas nuevas, como Kian, y nunca tuve que preocuparme por esto antes. Siempre había sido yo, con mis virtudes y defectos.
Los Ángeles era una ciudad difícil.
Kian parado frente a mi chasqueo sus dedos.
-¿Qué?- pregunté saliendo de mi trance en el que ni siquiera lo vi ponerse de pie.
Sonrió con su sonrisa de mil dólares mientras estiraba su mano y sacaba unos mechones que tapaban mi cara.
-¡Kian!- Justin gritó mientras hacía su camino por el pasillo que daba al living. Me miró un poco más y se alejó de mi lado -¡Kian! ¡Kayla está aquí!-
¿Kayla?
Kian me miró mientras me dirigía a acomodar mi cama, una vez más.
Se podía sentir en el ambiente como Kian había cambiado por completo su postura y ahora su fachada era dura. Sus ojos se suavizaron cuando miró sobre mi hombro.
Me giré para ver qué era lo que lo había puesto de esa forma y Jc ya estaba dentro del living con una rubia alta.
Ningún pelo estaba fuera de lugar y su rostro estaba perfectamente maquillado, mientras yo estaba con mi pijama, equivalente a ropa totalmente vieja, un moño ridículo en mi cabello y mis anteojos. Volví a observar su atuendo, sus zapatos de taco alto hacían parecer que sus piernas tenían kilómetros de largo y su ropa estaba perfectamente planchada y a medida. Ella era perfecta.
Era hermosa.
Yo nunca me había vestido de esa forma y me daba intriga cómo soportaban su peso arriba de esos zapatos tan altos por horas. Era una locura.
Seguía deslumbrada con lo hermosa que era esta chica.
Kian por su parte no había hecho ningún movimiento, estaba parado con sus ojos clavados en la rubia.
-Hola. Soy Kayla- me sonrió y fue una sonrisa totalmente fingida.
Realmente no me esperaba ver el desagrado en sus ojos. Pensé que ella podía llegar a ser una persona agradable e interesante de conocer, pero creo que yo no daba la misma impresión en las personas.
Me acordé que la chica me había saludado y que ya estaba pasando a ser una completa falta de respeto, pero no era mi culpa que mi cabeza se vaya por las nubes de vez en cuando.
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"Pinky promise?" | Kian Lawley.
FanfictionTemporada 1 Terminada. Todos los derechos reservados a likethewonderland©.