038:"Antes no es ahora"

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Kian point.

Mis pensamientos sólo estaban en llegar a casa, acostarme y que Boo me cubra con su cuerpo tibio. Lo necesitaba tanto que de repente sentí un frío incontrolable y por acto reflejo mis dedos se apretaron dentro de los bolsillos de mi chaqueta.

Estaba empezando a necesitar a esa chica tanto que me sorprendía. Ella era sorprendente y siempre podía aprender algo nuevo a su lado, que me daba más motivos para saber lo maravillosa que es.

Sonreí un poco sabiendo que hace un mes y días me permití tener una relación con Noa. Esperaba que esto duré mucho más.

Escuché los tacos de quien supuse que era Kayla contra el pavimento y eso de inmediato me puso intolerante, haciendo que un gruñido escape de mis labios.

Odiaba ese ruido.

-¿Problemas en el paraíso?- habló en cuanto estuvo frente a mi.

Sus labios pegajosos me dieron un poco de asco, al igual que el resto de su atuendo. Cabello despeinado, como si hubiese salido de una habitación de hotel hace segundos. El vestido negro con lentejuelas doradas era hasta vulgar para ella y supuse que los zapatos le daban el toque final a su atuendo de puta.

Era casi increíble el cambio de comportamiento en las personas cuando las cambias por gente que merecen ese puesto en su lugar. No podía creer mi cambio de visión para con Kayla, ella ahora era todo lo que no quería para mi y mi futuro. Solo de pensar que estaba desesperado por la atención de una chica tan egocéntrica y dañina me hacía querer patear el culo de mi antiguo yo.

Su visión me hacía dar migraña, así que simplemente me acomode un poco mejor contra mi auto y observé las luces de la calle y alguna que otra estrella que podía distinguir entre las nubes de lluvia.

Si cualquier persona razonable pasara por aquí y nos viera pensaría que estábamos haciendo algo ilegal, y viniendo de Kayla no lo dudaba.

Chisté mis labios molesto -El único problema en mi paraíso eres tu- escupí las palabras tan groseramente que me sorprendí.

Pisó fuerte y cruzó los brazos sobre el pecho, haciendo resaltar sus tetas. En otro momento me hubiese vuelto loco con ese movimiento pero ahora simplemente no podía creer lo vulgar que estaba siendo.

-Antes no decías lo mismo- habló tratando de sonar ofendida, como si de verdad le importara mi comentario.

-Solo vayamos al maldito grano y dime qué pasa. No estoy para tus juegos- levanté una ceja y le di una mirada de advertencia, a lo que recibí como respuesta una especia de puchero. No funcionó.

-Antes mis juegos te parecían muy importantes- ronroneo y estuve a punto de hacer el sonido de una arcada, pero me contuve.

-Ya lo dijiste. Antes no es ahora- le guiñe un ojo y volvió a refunfuñar.

No podía entender que yo me esté muriendo del frío y ella esté parada frente a mi con una unica prenda de vestir.

-Te conseguí una pelea- abrí mis ojos incrédulo ¿una qué?

No de nuevo.

-¡¿Qué hiciste ahora?!- grité un poco histérico.

-Eso- dijo como si no la estuviera viendo como si fuera una maldita maniática.

De repente empecé a sentir un poco de calor -¡¿Estás loca?!- yo no podía creer su descaro -¡No voy a pelear!¡No, ni en un millón de años!-

No quería volver a esa vida, era algo del pasado por completo.

-Por favor. Sabes que Karrick me matará si no lo hago-

-¡Es tu maldito problema!- se acercó a mi y sus manos de uñas exageradamente largas apretaron las solapas de mi chaqueta.

-Kian, se razonable. Le debo una gran cantidad de dinero y me prometió saldar mi deuda si te llevaba. Será como en los viejos tiempos, lo juro. Volveremos a ser nosotros contra el Mundo-

¿Qué?

Yo no quería volver a los viejos tiempos. No ahora que tengo una chica que me quiere esperando en casa lista para que la abrace durante el resto de la noche.

Me alejé de su tacto -Estas loca- dije más tranquilo -Ya no hay un nosotros ¿creíste que todavía lo había? ¡Perdiste tu maldita cabeza, Kayla!- sus ojos se llenaron de lágrimas totalmente fingidas y sabía que la actuación no terminaba ahí.

-Él me matará- alce mis cejas incrédulo y reí un poco. No lo dudaba.

-Karrick lo tendría que hacer tarde o temprano, además sabes que no le puedes andar pidiendo favores a gente así ¡¿estás demente?!-

-Crees que él es la clase de tipo que te dice "oh si, toma aquello y cuando puedas devuélvemelo" ¡Sabes que no funciona así! Todo vuelve con intereses elevados. Eres una estúpida si creíste que así era-

Kayla seguía con sus lagrimas falsas sin derramar -Si no lo haces diré que tu te harás cargo de mi deuda y ellos irán detrás de ti y tu gente- era una víbora y cada una de sus palabras era veneno.

Me acerqué a su cuerpo y la sentí temblar un poco. Podía imaginar mis ojos llenos de odio.

-Si solo se te ocurre abrir esa boca que tienes no sabes lo que haces-

Sabía que no iba a ser así de fácil. Una sonrisa totalmente falsa llegó a sus labios.

-Pruebame- observé sus ojos y no obtuve ni una pizca de remordimiento por sus palabras, sabía que tenía que darme por vencido en esto.

Si a Kayla se le cruzaba una idea en la cabeza, era capaz de hacerla a toda costa y yo no podía arriesgar lo que tengo por ella.

Podía pelear hasta saldar la deuda y luego hacer que esta perra desaparezca de mi vida.

-Está bien. Lo haré -

Maldita perra traidora.

"Pinky promise?" | Kian Lawley. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora