"Pinky promise?" | Kian Lawley.

018:"¿Qué sientes?"

Había estado todo el día en mi habitación mirando cualquier cosa que encuentre en Netfilx. Solo me había levantado para tomar un baño.

Mi móvil había vibrado en la mesita de luz, pero no tenía ganas de contestarle a nadie. La puerta de la habitación había sido golpeada varias veces también y tampoco me importó.

Apreté una vez más las sábanas que cubrían mi cuerpo hasta mi cuello.
Quería sentirme bien, pero no podía. Mi cuerpo dolía y mi cabeza no había parado de retumbar ni siquiera en cuanto había puesto mis lentes para descansar la vista.

Tarde o temprano me iba a tener que levantar a buscar alguna pastilla y algo para beber. Era ahora o nunca.

Empujé mis piernas fuera de la cama y sentí como temblaban. También sentí ese calor corporal típico. Maldita sea, fiebre no te necesito.

Abrí la puerta y a decir verdad me estaba costando un infierno arrastrar los pies hacía la cocina.

Desde el pasillo se podían escuchar voces, pero las ignore por completo siguiendo de largo a la cocina.

"El segundo cajón a la derecha" habían sido las palabras de Jc aquella vez que me explicó dónde estaban las cosas en la casa.

-¿Cuál es tu maldito problema?- Kian había aparecido en la cocina, solo lo miré y abrí el refrigerador para tomar un agua.

-Te estoy hablando- tiró de mi brazo.

-Basta- ni siquiera podía hablar.

-¿Estás bien?- sus ojos inspeccionaron mi rostro y fue cuando se dio cuenta que no. No estaba bien.

El cabello de Kian ahora estaba más de su color natural y me pregunté en que momento pasó eso, pero recordé que no hablaba con Kian hace semanas, en realidad no lo había visto mucho por aquí, y las veces que cruzamos una o dos palabras era de noche y yo estaba concentrada en evitarlo, haciendo toda la situación más sencilla.

-¿Siempre tienes que llamar la atención?- su voz chillona fue todo lo que necesité para que este día se ponga peor.

-La sacas ya mismo de aquí o juro que no me importa que tan mal me sienta porque al final del día ella se va a sentir peor- mis dientes se apretaron y empujé a la pareja lejos de mi.

No había visto la cara de ninguno de los dos y tampoco me importaba.

Necesitaba llamar a Jc. Necesito ir a un maldito médico.

-¿Donde estás metida? Llamé a tu puerta mil veces- gruñó del otro lado de la línea.

-Necesito un médico, Jc. Siento que me voy a desmayar- tal vez estaba siendo melodramática, pero a esta altura no me importaba.

-¡¿Le avisaste a Kian?!-

Hice un sonido con mis labios. Como si le fuera a importar algo más que su novia a aquel idiota. Me acababa de ver y ni siquiera preguntó si necesitaba algo.

-Jc, solo te necesito para que me lleves- ni siquiera tenía fuerza para gritarle que no haga preguntas innecesarias y haga lo que le pido.

Mi primo no estaba tratando de evitarme, sino que estaba preocupado de mi estando sola en la casa. Seguro que él estaba entrando en cólera.

-Abrígate y espérame fuera, estoy a unas cuadras- asentí como si él pudiera verme y corté la llamada.

Busqué mi sudadera con capucha y me la puse. Metí mis pies en mis vans, tomé mi móvil y salí.
Ni siquiera me importaba estar con mis pantalones rayados de dormir.