062: "Con o sin él"

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Una semana. 

Hace una semana estaba en Los Angeles, escondiéndome en el departamento. 

Dylan se estaba volviendo loco conmigo, ya no me soportaba y sinceramente yo tampoco lo hacía.

Sentía angustia, enojo, tristeza pero el peor sentimiento era el de extrañar. Estaba cerca de Kian y lejos al mismo tiempo. 

Quería volver, verlo. Me había ido por una tontería, yo lo sabía pero él tampoco quiso aclarar las cosas, él no se quiso esforzar por esto. 

Mis sentimientos estaban confusos pero estaba segura que en el momento que lo vea me iba a caer en mil pedazos. 

Por eso estaba escondida. 

Me acurruqué un poco más bajo las sábanas. Hacía calor pero tenía encendido el aire acondicionado. La televisión también estaba encendida pero no le presté atención, hace un tiempo que no podía mantener la atención en algo por más de diez minutos.

-No puedes seguir así- Jc cruzó la puerta de la habitación y la observó con asco.

Si, esto era un desastre.

-Tienes que levantarte y seguir, Boo- 

No es que él me hiciera enojar, sino que estaba enojada la mayoría del tiempo y no podía controlar el tono de mi voz.

-¿Crees que no lo sé, Jc?- mis manos cayeron resignadas a mis costados -Sé que parezco una idiota. Porque la situación lo es- tragué saliva y continué hablando -Créeme soy la que más quiere que esté bien. Quiero esta bien, pero no puedo. Me es muy difícil admitir un fracaso en tan poco tiempo-

-No hubieses venido- sus palabras fueron duras y firmes, pero sabía que él lo decía porque en este momento necesitaba golpearme la cabeza contra la pared y volver a empezar.

-Ya sé. No sé qué quería creer. Pensé que venir ...- se me cortó un poco la voz y seguí -Pensé que volver me iba a ayudar, al parecer no funciona- me achiqué de hombros.

Se movió un poco al rededor de la habitación.

-Es mi cumpleaños, quiero saber si me tengo que asustar. Quiero saber si tengo que cancelar todo y encerrarme contigo- 

Escucharlo me revolvió el estomago. Tenía miedo de que se repita la historia.

-No voy a ser como ella- hablé dura y segura de mis palabras -No le tengo miedo a la vida, no tengo miedo de vivir- mis palabras parecieron ser caricias a su alma y tranquilidad a su pensamientos.

-Entonces tienes que seguir adelante- me sonrió algo triste y siguió -Es mi cumpleaños. Tarde o temprano lo vas a tener que ver, esta es la confirmación de que puedes seguir. Yo sé que puedes seguir con o sin él- 

Me senté en la cama y me sonrió, está vez era una sonrisa segura. 

Una sonrisa que me decía que él creía en mi.

-Bueno, entonces ahora vamos a limpiar que este lugar parece un basurero- 

"Pinky promise?" | Kian Lawley. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora