048:"Traté de llegar, te lo juro"

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Mis zapatillas golpeaban contra el piso blanco, a pesar de eso sentía que no podía llegar, que cada paso que daba era como si me alejara más y más.

Mis oídos zumbaban y el pitido de la máquina a la que estaba conectada me decía que ella seguía respirando, que todavía estaba conmigo.

Estaba cansada, quería parar de correr y masajear mis piernas acalambras, pero no podía, tenía que llegar antes de que sea demasiado tarde.

La voz de mi papá se empezó a hacer cercana, pero a pesar de eso seguía sin poder llegar al punto en el que me dirigía.

Por el rabillo de mi ojo veía las paredes blancas, al igual que el suelo y eso me estaba produciendo náuseas.

El pitido de la máquina empezó a ser más fuerte y más constante, hasta que se hizo un sonido parejo.

Mi padre estaba cerca, lo podía ver de cunclillas contra la pared, frente a una puerta de la cual se escapaba la luz y le iluminaba la cara.

No.

Había llegado tarde otra vez.

Mi pecho se comprimió, el poco aire que me quedaba empezó a disminuir cuando estuve a un lado de mi padre.

-Fue tu culpa- sus ojos oscuros se clavaron en los míos y el frío en ellos rompió mi corazón -¡Fuiste tu!- gritó histérico.

"Pinky promise?" | Kian Lawley. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora