064: "Va a enloquecer"

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La sala donde los chicos lavaban su ropa me había parecido el lugar más seguro para que nadie me encuentre.

Rodé mis ojos cuando escuché la puerta abrirse. Como si me saliera algo bien esta noche.

Sequé las pequeñas lágrimas que se me habían escapado y miré a Kian delante mío. Solo nos observamos por unos minutos hasta que él trató de hablar.

Mi mano impacto en su mejilla y comencé a golpear su torso. Quería que él tenga algún tipo de dolor, aunque sea físico.

-Lo sé, me lo merezco- alcancé a oír entre el zumbido de mis latidos en mis oídos.

Sus manos forcejearon conmigo hasta que me hizo rodearlo en un abrazo y lo hice.

Lo extrañaba como los mil demonios. Su fragancia penetró en mi y me molestó sentir que este era el lugar en donde tuve que estar siempre. Sus manos dejaron las mias en su espalda y las bajó a mi culo, impulsandome hacía arriba hasta que lo rodee con las piernas. Ahora mis manos acariciaban los pelitos bebé de su nuca.

Sabía que tal vez más tarde me iba a arrepentir, pero ahora necesitaba ser honesta con él y con mis sentimientos. Tenía un corazón roto que curar esta noche y eso iba a ser con o sin ayuda de Kian, pero totalmente segura de que por lo menos lo tuve un tiempo más en mis brazos.

-No me dejes esta noche- susurró mientras intentaba esconderme en su cuello y parar mis incontrolables lágrimas.

Las manos de Kian acariciaban mi espalda y mi cabello.

Suspire antes de hablar -No lo voy a hacer-

Se dirigió a su habitación y cerró con llave una vez que estabamos seguros en nuestro pequeño escondite.

Cuando estábamos solos sabía que eramos nosotros contra el mundo, cuando no lo hacíamos eramos él y Kayla contra mi, pero tampoco quise pensar en eso. No lo necesitaba ahora.

Necesitaba un rato de fantasía donde podía creer que Kian me quería y cuidaba de mi.

Me apoyó sobre su gran cama king y me hice una bolita. Sentí el colchón hundirse detrás mio y sus brazos rodeandome.

Me giré para encararlo. Nuestras respiraciones chocaban y nuestras miradas estaban tratando de memorizar cada parte de nuestros rostros.

Tragué saliva y me acerqué a besarlo. Él correspondió algo asustado y sorprendido.

Amaba a Kian pero nosotros no íbamos a funcionar.

Acaricie el costado de su rostro y mientras las lágrimas seguían resbalandose por mis mejillas hablé.

-Te amo y me duele hacerlo, pero más me duele fingir que no lo hago-

Me dio otro beso en los labios antes de besar mis mejillas llenas de lágrimas.
Se acomodó arriba mío, sus antebrazos sostenían su peso para no aplastarme. Cerré los ojos cuando sentí sus dedos acariciar mi cabello.

-Te amo y no sé si alguna vez vayas a saber cuánto-

Mi corazón se estaba rompiendo pero quería abrazarme a este momento todo el tiempo que dure y guardarlo en mi cofre de los recuerdos para cuando lo necesite.

Con dedos temblorosos acaricie su espalda dentro de su camiseta. Mis dedos estaban fríos en comparación a la piel tibia de su espalda.

Lo miré para asegurarme de que los dos estábamos de acuerdo con lo que iba a pasar. A esta altura ya era inevitable.

Sus labios besaron cada parte de mi rostro antes de bajar a mi cuello. Yo solo podía suspirar esperando sus próximos movimientos.

Mis dedos tiraron del dobladillo de su camiseta hasta que se alejó para sacarsela y tirarla en alguna parte de la habitación.

"Pinky promise?" | Kian Lawley. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora