032:"Ser directos"

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-Tu, pequeña zorra- Dylan me rodeó con su brazo cuando entramos a la casa.

Ya era de noche y estábamos terriblemente hambrientos y con un par de tonos más en nuestra piel.

Había tenido que explicar ¿mi relación?, lo que sea que tenga con Kian, desde el momento que llegué a la casa hasta ahora y había soportado gritos como "¡Que horror!; ¡Pequeña zorra!; ¡Tienes que estar bromeando!; ¡Chica, eso no ocurrió!" y cualquier tipo de gesto sorprendido por parte de Dylan.

Él era tan dramático.

-Oh, cállate, Dylan- golpeé su costilla con mi codo y él se quejó, siendo dramático, una vez más.

-¡Dame un beso!- tiró de mi hacía atrás, mientras yo ponía mi mano en su rostro para poner distancia.

Él reía y yo también lo hacía por su pequeño cambio de tema.

-¡Esto se llama abuso de fuerza!- sus manos tomaban parte de mi barbilla y mejillas, haciendo que mis labios estén en una especie de boca de pato -¿Cual es tu problema, bro?- me burle con las palabras distorsionados por la presión en mis labios.

-¡Dame un beso!- volvió a medio gritar entre risas.

-¡Está bien!- me di por vencida. Dejó sus manos a ambos lados de mis labios y puso su mejilla delante de ellos y yo como buena amiga, saqué mi lengua y chupe su rostro.

-Boo, es asqueroso- se alejó limpiando su rostro con la remera, la cual estaba sobre su hombro derecho.

Cuando di media vuelta, entre risas, en la dirección contraria casi me llevo el susto de mi vida.

En el gran arco que dividía la cocina de la siguiente habitación estaba apoyado Kian, con sus brazos cruzados sobre su pecho.

Mi sonrisa se desvaneció al notar el disgusto en su rostro.

-Jesus, Kian. Me asustaste- toque mi pecho tratando de que mi corazón deje de latir tan rápido -Hola- susurré y vi como Dylan daba un paso al frente.

Los ojos de Kian estaban en mi, ni siquiera le dio un vistazo al chico a mi lado.

-Hola, soy Dylan- mi amigo estiró su brazo para un apretón de manos, el cual, sorprendentemente, Kian devolvió un poco reacio.

-Kian- se presentó y alejó su mano con una mueca de asco. Dylan me observó y levantó sus cejas.

-Oh- dijo alargando el monosílabo.

Había entendido quién era el chico frente a nosotros y que se podía desatar una guerra en cualquier momento.

Tal vez, me salté la parte de contarle a Kian que mi mejor amigo es gay.

¿Quién era él de todos modos para darle tantas explicaciones?

-Estábamos por comer algo ¿quieres?- corté la situación incómoda y fui en busca de algún snack mientras improvisaba algo para nosotros.

-Si- ni siquiera lo había dudado.

Estaba segura que él había aceptado solo para ver mi comportamiento al rededor de Dylan.

Yo no iba a dejar de besar o tocar a mi amigo porque él esté aquí. Que lo olvide si se le llegaba a cruzar la idea por la cabeza.

-¡Dylan, ponte un poco de ropa!- Jc había cruzado la puerta, con un Jj a su lado, más interesado en su móvil que en las personas frente a él.

-Y negarle todo esto al Mundo ¡ni loco!- tocó sus abdominales para darse a entender.

"Pinky promise?" | Kian Lawley. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora