037:"Mentiritas"

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Kian point.

-Tienes que estar bromeando- Boo no podía creer las historias de mis tatuajes y me reí de su rostro asombrado.

Sí, mucha de la tinta que estaba en mi piel era por alguna tontería, pero significó un momento o algo para mi.

-Quiero uno- dijo muy convencida mientras masticaba un poco de pollo.

-Maldición, si. Me encanta- era cierto.

Siempre había sentido una terrible atracción por las chicas con tatuajes.

Boo y tatuajes sería algo así como una bomba para mis pervertidas fantasías sexuales.

Me sonrió y siguió comiendo.

Había estado algo distante desde que salimos, pero con un poco de esfuerzo para la hora de la cena todo eso se había esfumado.

La invité a comer a mi lugar favorito y ella había aceptado contenta mi propuesta.

-Mañana está esta fiesta. Lia dijo que vaya- explicó mientras movía su tenedor de un lado a otro.

Fruncí el ceño -¿Fiesta?- asintió y di un sorbo a mi agua -¿Dónde?-

Noa hizo una mueca y por su rostro sabía que estaba tratando de recordar si Lia le había dicho o no el lugar, pero conociéndola no lo recordaría.

-No lo sé. No lo recuerdo-

Se los dije.

-¿Vas a ir?- pregunté algo reacio a la idea de ella yendo a fiestas.

En un pasado no muy lejano me hubiese importado un comino si salía a alguna fiesta, pero ahora todo había cambiado. Me preocupaba el doble por las cosas y me costaba soltarla cada vez que tenía que hacer algo por su cuenta.

Para ser sincero, a este nuevo Kian le gustaba más la idea de quedarse con su chica, abrazados, mirando alguna película y no salir a tirar la casa por la ventana como acostumbraba a hacer.

-No lo sé ¿tu iras?- humedecí mis labios  debatiéndome si decirle la verdad o no.

No quería quedar como un maniático controlador.

-Si quieres ir, hazlo- me encogí de hombros y traté de sonar confiado en mis palabras. Al parecer no funcionó.

La realidad era que si pudiera atarla a mi, lo haría, pero eso no era algo normal.

Nunca me había pasado esto. Nunca sentí la desesperación de tener a una persona a mi lado las 24 horas, esa necesidad desgarradora de protegerla.

Quería a esta chica tanto que no me entraba en la cabeza y tampoco pensé que mi corazón tuviese ese amor para ofrecer. Ella había logrado en este poco tiempo lo que muchos no hicieron. Se ganó mi confianza, amor y respeto.

-Si, pero quiero ir, pero contigo- el alivio volvió a mi cuerpo y volví a comer - Ya te lo había mencionado- me señaló con el tenedor mientras le sonreía a una mamá que pasaba con su bebé.

"Pinky promise?" | Kian Lawley. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora