045:"Esa es mi chica"

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Kian point.

Los ojos de Boo me observaron, sus pupilas iban de mi boca a mis ojos, tratando de analizar las palabras que había dicho hace unos segundos.

Levantaba y bajaba sus cejas, su boca se abría y cerraba tratando de pensar las plabras correctas.

La incertidumbre flotaba sobre nosotros, y eso que estaba empezando a sentir en mi pecho se llamaba desesperación. Necesitaba que hable.

Por lo que fueron cinco minutos no dijo ni una palabra, hasta que respiró profundo y habló, dejandome con la sensación de que habían pasado años y no minutos desde mi confesión.

-¿Tu hacías esto antes?- su voz sonó tímida y se escabulló de mis brazos, sentándose de piernas cruzadas delante mío. Entrelazó sus dedos frente a ella y los retorcía de un lado al otro, sus ojos examinando cada uno de sus movimientos, sin ni siquiera regalarme una mirada.

-Si- ¿cómo se lo explicaba?

-Es decir, antes de conocerte. Necesitaba el dinero- lami mis labios y esperé ansioso que dijera algo. No pasó hasta después de un rato.

-¿Es el dinero el problema? Yo puedo ayudarte, trabajé duro el verano pasado- sonreí a nada en particular, porque ella seguía sin mirarme. Me estaba ofreciendo su dinero y ni siquiera sabía que no lo necesitaba.

Mi cuenta bancaria tenía un par de ceros y que ella no se haya dado cuenta o no le haya prestado atención a mi situación económica me alegraba muchísimo.

-No es el dinero el problema-

Mierda.

No tenía que dar detalles como que estaba peleando para salvar el culo de Kayla una vez más. Estaba seguro que se negaria rotundamente a esta situación.

Así que estaba decidiendo una vez más, ocultarle información.

Su cabeza se alzó y fruncio su ceño -¿Entonces? No entiendo- acomodó uno mechones de cabello que caían a sus costados.

-Si, es el dinero, pero no tienes porqué preocuparte- mentí y ella rió un poco, pero la falta de humor fue obvia.

Volvió a agachar su cabeza y una cortina de pelo se formó en un costado de su rostro -¿No tengo que preocuparme?- su voz sonó dura pero ella ni siquiera estaba levantando la voz.

Ese poder sólo lo tenían las mujeres ¿cierto?

-Vas a ir a Dios sabe donde, a pelear con gente que no conoces, porque estoy segura que esto no es algo oficial, donde la gente sabe lo que pasa allí y te garantizan protección y seguridad si algo te llegara a pasar ¿cierto?- iba a contestar que muchas veces la policia llegaba rápido y una ambulancia venía con ellos, pero no era cierto.

Sin esperar respuesta de mi parte siguió hablando -Y sólo me dices 'no tienes que preocuparte'- imitó mi voz, pero no le salió y aunque quise reírme sabía que se lo estaba tomando muy en serio.

-Si que me preocupo, Kian ¿recuerdas cuando fui a la playa con Jc y Lia?- asenti, ese había sido un día duro -¿Recuerdas cuan preocupado estabas por no encontrarme?- una vez más no esperó respuesta -¿O simplemente recuerdas estas últimas dos noches?-

"Pinky promise?" | Kian Lawley. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora