Chapter 9

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El ascensor seguía sin funcionar y aún no había visto a ningún técnico pasarse por allí. Rufus daba vueltas sobre sí mismo enroscándose en la correa mientras yo intentaba abrir el buzón para recoger el correo, hacía un par de días que no lo miraba pero lo cierto es que no había tenido mucho tiempo. *A ver que tenemos por aquí* extendí las manos para coger el montón de cartas que había dentro *facturas, más facturas,...¿y esto?*.

-Hola jovencito.

-¡Ah!-di un pequeño brinco- Hola, señora Collins.

-Perdona hijo, ¿te he asustado?- se agachó ligeramente para acariciar a Rufus, no paraba de mover la cola y dar pequeños saltos a su alrededor.

-Hoy está algo revoltoso, acabo de sacarle pero se ve que no quiere subir a casa.

-Sí, lo mismo le ocurre a mi pequeña Tutú.

La señora Collins tenía una hembra de Pomerania, algunas veces me acompañaba en los paseos con Rufus pero hacía tiempo que no coincidíamos. Dejé que pasase primero y la ayudé a subir las escaleras sujetándola por el brazo. A decir verdad desde que me había venido a vivir a Los Ángeles se había portado conmigo como una segunda madre, siempre estaba pendiente de si necesitaba algo y no dudaba en ofrecerse a hacer cualquier favor. Cuando llegamos al tercer piso hicimos un pequeño descanso, a sus 72 años cualquier esfuerzo le pasaba factura.

-Casi se me olvida con tanta cháchara perruna- hizo una pausa clavando sus ojos en mí- siento mucho lo de Todd hijo, ¿estás bien?- cogió aire- Si necesitas tomar el té en compañía estaré encantada de brindártela.

-Es usted muy amable señora Collins. Bueno...lo llevo como puedo son cosas que pasan, supongo.

-Por favor jovencito llámame Agnes, después de tanto tiempo hay confianza.- esbozó una de sus dulces sonrisas.

-¿Has visto a Todd?- pregunté con la intención de descubrir cómo se había enterado.

-No, la verdad es que hace tiempo que no le veo. Al principio creí que estaría de viaje por su trabajo, pero cuando leí la noticia entonces entendí todo.

-Espere, ¿cómo que leyó la noticia?- me quedé extrañado. Qué clase de información se estaba divulgando y de la mano de quién.

-Sí, en la revista...¿cómo se llama?- buscó en su bolso y sacó lo que parecía ser una revista enrollada- Aquí tienes hijo, la compré esta mañana.

Era un ejemplar de "Esquire" y sin saberlo era portada de la semana. "Jim Parsons y Todd Spiewak ¡han roto! Fuentes cercanas a la ex-pareja lo confirman. Al parecer el actor de The Big Bang Theory se ve superado por su personaje. ¿Ha sido este el motivo de su ruptura? ¿Dejará también Parsons la serie?... No quise seguir leyendo la sarta de tonterías que habían publicado esos buitres de la información. Detestaba hablar de mi vida privada y jamás había puesto al frente ninguno de mis asuntos familiares.

-¿Puedo quedármela, Agnes?

-Claro, sólo las compro para cuando vienen mi hija y mi nieta a verme, ya sabes que son grandes admiradoras tuyas.

La acompañé hasta el quinto y luego baje un piso hasta mi apartamento. Johnny ya estaba de vuelta, solté a Rufus de la correa y fue directo a tumbarse junto a la chimenea.

-¿Has visto esto?- le lancé la revista.

-¡Qué diablos! ¿Han dado un chivatazo?

-Eso parece- fruncí los labios sentándome a su lado.- ¡Es increíble!

-No creerás que ha sido Todd, ¿verdad?

-A estas alturas ya no creo nada. Primero me dice que no me reconoce, luego culpa a mi trabajo, le veo con Will y ahora esto.- crucé las manos.

The Theory of EverythingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora