The Theory of Everything

Chapter 17

Jim Parsons

-Date prisa Jimmy, vas a llegar tarde.

-¡Un minuto mamá, ya casi estoy!

Me apliqué un poco de colonia a ambos lados del cuello y abroché los botones de mi camisa, me puse encima la americana del traje que mi madre y Julie me habían comprado el día anterior y anudé la corbata color granate que tanto me gustaba enfrente del espejo. Me sentía especialmente nervioso algo que Rufus podía notar ya que no paraba de mover su cola y dar pequeños ladridos para llamar mi atención. Suspiré mientras cogía un marco con la foto de mi padre que tenía sobre la mesita de noche y la miré unos segundos.

-Gracias por darme la fuerza que necesito, estés donde estés.

Le di un beso y la coloqué de nuevo en su sitio. Volví a mirarme por última vez en el espejo y me apresuré escaleras abajo con mi perro en brazos.

-¿Lo has cogido todo?

-Creo que sí, mamá. De todas formas nos vemos pronto.

Me agaché para darle un abrazo, nada mejor que eso para calmar los nervios. Rufus intentaba chuparle la cara pero lo evité.

-Tranquilo cariño, todo saldrá bien.

-Eso espero.- levanté las cejas sin dejar de mirarla.- ¿Crees que hago bien?

-Por supuesto que...

El sonido del claxon nos interrumpió. Julie esperaba fuera con su coche, impaciente. Eché un vistazo a mi reloj de pulsera y la verdad que íbamos algo mal de tiempo.

-Anda ve que vais a llegar tarde.

-No importa, alguna ventaja tiene que tener ser Jim Parsons.

Mi madre rió volviéndose rápido para darme un beso. Salí apresuradamente por la puerta principal hasta llegar junto al coche, metí a Rufus en su transportín y lo dejé en el suelo del asiento del copiloto. Justo en el momento en que iba a sentarme recordé que había dejado algo en mi habitación.

-Será sólo un minuto, lo prometo.- hice una mueca a mi hermana para que no protestase y enseguida estuve de vuelta.

Mayim Bialik

-¿De verdad vas a poner a Darth Vader al lado de James Tiberius Kirk?

-¿Qué hay de malo, Raj?-Simon le miró con cara de confusión mientras colocaba las figuritas en el árbol de navidad.- Sheldon no está así que, ¿qué importa?-todos rieron.

-Pues yo le echo de menos- no tuve que fingir demasiado para parecer triste. Me senté en el sofá y saqué unos adornos navideños de una de las cajas.

-¡Oh, oh! Ya es presa del síndrome de estocolmo, muestra comprensión y benevolencia hacia su secuestrador.

Miré a Simon con los ojos entornados y los labios fruncidos mientras en las gradas parte de las personas reían.

-¡Howie, sé un poco condescendiente con Amy!

-Sólo era una broma, Bernie.- la miró sorprendido por su tono de voz y finalmente se disculpó con cierto tono de resignación.- Lo siento.

-La verdad es que yo también le echo de menos.- Johnny se dejó caer en el sillón y juntó las manos.-Siempre hemos estado todos juntos en Navidad.

Nos miramos unos a otros durante un largo periodo de tiempo, más largo que el que nuestro guión marcaba, así que el director paró la grabación y nos concedió un descanso.