Chapter 45

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Jim Parsons

–Yo le invité.

–Tú le invitaste.– repitió bajando la voz y soltando un suspiro más parecido a un bufido.

Cerré los ojos y negué con disimulo tratando de encauzar la situación antes de que todo volviese a ser un cúmulo de infortunios.

–Espero que no te importe, le dije a Jim que me gustaría ver la obra y me dio una entrada. Eso es todo.

Me alarmó un poco la forma en la que Matt respondió restándole importancia, algo que podía dar resultado o cabrear aún más a Todd, si es que no lo estaba ya. Le miré de soslayo y carraspeó.

–Yo más bien creo que estás olvidando algo con cierta relevancia.

Todd clavó sus ojos en los de Matt de manera inquisitiva aunque aparentemente tranquilo. Era extraño que buscase controversias pese a sentirse ofendido, estar enfadado o, en este caso, lleno de rabia.

–Ya hemos hablado de ello Todd, no creo que sea...

–¿Necesario?–me interrumpió sin dejar de mirar a Matt.

–James te quiere, ¿vale?

–Lo sé, está conmigo.

La voz de mi pareja sonaba con firmeza, convencido de lo que decía. Y era cierto. Me alivió ver que había recapacitado.

–Oye...,– Matt mostró sus manos– si te preocupa que pueda boicotear vuestra relación puedes estar tranquilo. Jamás me metería en medio. Respeto la decisión de Jim.

Los tres nos quedamos en silencio mientras Todd y yo intercambiamos una de esas miradas en las que nos podíamos leer los pensamientos.

–No quería interrumpiros, sólo venía a felicitar a Jim por la actuación. Ya me voy.

–Gracias Matt, y también por venir.

–No es nada. Ha sido una obra muy buena.– sonrío y se llevo una mano al bolsillo extendiendo la derecha hacia mí. Se la estreché cordialmente mientras asentí, leyendo en sus labios un discreto "lo siento".– Todd.– dijo dirigiendo su mano hacia él esta vez.

Esperé a ver su reacción. Dudó por unos segundos creando cierta tensión en el ambiente pero finalmente cerraron la conversación con un apretón de manos.

–Espero que todo haya quedado claro– añadió– Me alegro por vosotros. –después pasó el umbral de la puerta y sus pasos se alejaron por el pasillo.

Kaley Cuoco

–Vamos sólo una más.

Los mechones de cabello que salían por debajo de mi gorro se aplastaban contra mis pestañas debido al aire que me pegaba de cara. Curvé la espalda tumbándome hacia adelante e hice fuerza con las piernas. Los cascos hicieron un ruido sordo al contacto con la tierra y acaricié su lomo en la parte izquierda.

–Bien hecho pequeño.

–¡Yuhu!– exclamó Johnny desde detrás de las vallas aplaudiendo el salto.

Me acerqué al trote quitándome el casco y se lo lancé para poder bajarme de la silla.

–¿Quieres probar?– mi tono burlón le sacó una risa torcida y después me dio un beso.

–Creo que prefiero seguir estando de una pieza.

–Oh, ¿te da miedo Zaza?– El caballo relinchó moviendo su crin para que le acariciásemos.– ¿Precioso verdad?

The Theory of EverythingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora