Chapter 19

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Mayim Bialik

-¡CHICOS PARAD!

La voz de nuestro director retumbó por todo el plató, las personas del público se levantaron de los asientos y miraron con desconcierto hacia la salida. Nadie sabía lo que podía estar pasando, ni siquiera el equipo de producción que parecía estar tan sorprendido como los demás. Melissa caminó con firmeza hacia Steve rompiendo el silencio con el sonido de sus tacones, un sonido algo molesto para la situación del momento. Todos la seguimos con la mirada excepto Simon que se apresuró con ella hacia el pasillo que se abría hueco a la izquierda del plató. Las cámaras, focos y el entramado de cables que había por el suelo no dejaban mucho ángulo de visión y los tres desaparecieron al doblar la esquina.

Los chicos y yo seguíamos mirándonos unos a otros, atónitos, sin articular palabra y apenas movernos, parecía que nos hubiera atravesado un rayo y hubiésemos quedado inmóviles. Sólo Johnny movía un pie arriba y abajo sobre el suelo y Kaley se frotaba las manos.

-¿Creéis que ha ocurrido algo?

-No tengo ni idea.- respondí echándome la mano a la frente y girando sobre mi misma buscando un punto de apoyo.

-Quizás sea un problema técnico.- apuntó Kunal encogiéndose de hombros.- Seguro que es algo sin importancia.

-¿Cómo es posible que siempre pienses en la opción más simple?- Kaley le miró extrañada, como si sospechase que algo malo estuviese pasando, pero a decir verdad yo tenía la misma sensación que ella.

-La última vez que dijiste algo así estaban pensando en sustituir a Jim.- puntualizó Johnny.- Sólo espero que no se esté repitiendo.

-Vamos a calmarnos.- me acerqué a ellos.- A mi también me recuerda la situación a la de aquel día, pero eso no quiere decir que vaya a ocurrir lo mismo.

-En eso tienes razón, Mayim.- Johnny me sonrió y por un momento pareció haberse convencido de que tal vez estábamos, como de costumbre, adelantándonos a los acontecimientos.

De repente sentimos abrirse la puerta principal del estudio y segundos después se cerró con un fuerte golpe. La audiencia giró sus cabezas mostrando muecas que parecían de sorpresa, no sabía muy bien cómo interpretarlas. Los zapatos de Melissa se volvieron a escuchar pero esta vez en tono ascendente a medida que se acercaba.

-¡Ya regresan!- Kaley dio un paso al frente tambaleándose.

Se empezaron a percibir murmullos procedentes de las gradas al tiempo que Simon entró en plató corriendo.

-¡NO OS LO VAIS A CREER!- exclamó chocando las palmas de las manos y levantando las cejas.

Nosotros, aún sin comprender, fruncimos el ceño y antes de que pudiésemos decir nada la gente empezó a gritar desde sus asientos. Melissa apareció con el mismo semblante que Simon seguida de Steve Molaro, el cual se quedó quieto en la entrada a la espera de alguien más.

-¡Hola!

-¿¡JIM!?- todos gritamos su nombre al mismo tiempo.

Todd Spiewak

Golpeaba una y otra vez la pluma sobre la mesa de mi despacho haciendo que la parte dorada brillase al encontrarse con el haz de luz que emitían los halógenos del techo. Había sido un regalo de Jim por mi ascenso cuando diseñé aquel logotipo digital para una famosa empresa de telecomunicaciones. *El señor Sullivan tiene razón, adelantarías un montón de trabajo y tendrías más tiempo libre para centrarte en cosas nuevas o invertirlo en hablar con Jim de una vez por todas*. No dejaba de pensar en las ventajas y desventajas que podía suponerme trabajar con Will. Ya llevaba así varios minutos y todas me llevaban a la misma conclusión: Jim.

The Theory of EverythingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora