The Theory of Everything

Chapter 28

-Hola chicos.- Kaley entró en el apartamento y se dirigió a besar a Johnny.- ¿Qué está haciendo Sheldon?

-Shh. No le distraigas, lleva así un par de horas.

-¿En serio? ¿No ha dicho ni una palabra?

-No, ¿por qué estropearlo?- se escucharon algunas risas.

-Eh Sheldon, Leonard ha cambiado la temperatura del termostato esta mañana.

Yo seguía de pie delante de la pizarra blanca llena de fórmulas, inmóvil y sin apenas pestañear.

-Me estaba acostumbrado a este silencio pero creo que empiezo a preocuparme.

-¿Pero qué demonios hace?

-No sé, se ha puesto como loco a escribir fórmulas y ni se ha quejado cuando mis zapatos chirriaron.- hizo una pausa.- Aunque lo de "como loco" es algo normal.

El público volvió a reir y yo hice una pequeña mueca llevándome la mano a la mandíbula.

–¿Deberíamos dejarle?

–¿Cuántas oportunidades como esta tenemos de estar solos?

–Pero es que me preocupa–Kaley curvó sus labios dirigiendo la mirada hacia mí y luego miró de nuevo a Johnny.– La última vez que entró en crisis estuvo una semana sin dormir hablando con goblins imaginarios.

–Oh no te preocupes por eso, los ve a menudo–dijo Johnny moviendo los dedos al rededor de su cabeza–son producto de su imaginación.

–Si consideramos que la carga negativa... y "b" es una constante...entonces...– me crucé de brazos emitiendo sonidos con la boca mientras pensaba– Hum... Es posible que...

–¿Sheldon?

–No puedo hablar. Concentrado.

–Vamos Penny ya le has oído, está...concentrado.

Kaley arrugó la nariz al tiempo que yo escribía nuevos números tratando de despejar la ecuación que tenía ante mis narices.

–¡Eh, cerebrito! Te está sonando el móvil.

–Penny, sin duda el invento de Alexander Graham Bell fue algo revolucionario pero, al igual que le pasa a Leonard como consecuencia de vuestra relación, si contestase mis capacidades cognitivas se verían mermadas.– levanté las cejas lanzándole una mirada para después darles la espalda de nuevo.

–¿Sus capacidades qué?– Kaley puso cara de no entender buscando la explicación de su novio.

–¿Lo ves, Penny? A eso me refiero.–negué con la cabeza ignorando el sonido del móvil y escuchando las risas procedentes de las gradas.

–Es Amy, ¿no vas a contestar?- no le presté la menor atención y entonces se agachó sobre la mesa de cristal del centro del salón para responder en mi lugar.- ¡Hola!...sí, está aquí... aunque su cerebro parece estar en otra dimensión, tal vez contactando con la nave nodriza.

Giré el cuello frunciendo el ceño.

–Dile a la Dra. Farrah Fowler que estoy a tan solo un neutrino de lo que podría ser mi gran descubrimiento.

–¿Que estás a un qué?

–Neutrino Penny, son partículas subatómicas, bastante escurridizas para los físicos. En un principio se pensaba que carecían de masa, pero al confirmarse que la tienen adquieren propiedades asombrosas. ¡Podrían ser su propia antipartícula! Y... –hice una pausa–lo que permitió el dominio de la materia sobre la antimateria.