Jim Parsons
–Siento llegar tarde.– dijo Mayim disculpándose y dejando el bolso sobre el enorme tocador lleno de espejos y luces al entrar en el camerino.
–Tranquila, aún estoy terminando con ellos dos– nuestra maquilladora señaló a Melissa y a Simon pasándoles la brocha con los polvos sobre los pómulos.– Y todavía me falta Jim.
–¿Vas a ponerme más guapo de lo que ya soy? Lo tienes difícil.
Conseguí arrancarles una sonrisa a todos y en especial a Mayim que parecía más serena y alegre después de sus días de descanso.
–Te he echado de menos– susurré mientras la cogía del brazo obligándola a sentarse sobre mis rodillas.
–Y yo a vosotros–bajó la voz– aunque más a tí.– la rodeé por la cintura con mis manos y apoyé la barbilla sobre uno de sus hombros.
Nuestros compañeros se pusieron en pie, ya listos para la serie, y abandonaron la sala dirigiéndose por el estudio hacia plató. No fueron los únicos en irse puesto que Mandy, la maquilladora, salió en busca de nuevos productos para Mayim y para mí.
–Id sentandoos, tengo que reponer estas cremas, ahora mismo vuelvo.
La seguí con la mirada hasta que cerró la puerta tras de sí dejándonos solos.
–¿Qué has estado haciendo estos días?
–Descansar sobre todo y...–vaciló unos instantes.– ...pensar en muchas cosas.
–¿Y yo era una de esas cosas?
–Es posible.– dijo con arrogancia guiñando un ojo.
–Así que piensas en mí...cuando no estás conmigo– la sujeté con cuidado al tiempo que me levantaba de la silla y hacía que se colocase en frente de mí.
–Dime la verdad, Jim. ¿Es verdad que ya no quieres a Todd?
–¿Por qué me preguntas esto ahora?
–Por...nada, yo sólo...
Giré la cabeza a un lado evitando los ojos verdes que se clavaban en los míos. No quería que mi reacción me delatase ni que fuese capaz de descifrar lo que se me podía pasar por la cabeza. Solté un suspiro mirando a las baldosas blancas del suelo sin dejar de buscar la respuesta correcta.
–Verás, Mayim, yo...
Pero fue tarde. Sentí su pecho sobre el mío, el peso de su cuerpo sobre el mío, sus labios sobre los míos. Intente alejarla pero por alguna extraña razón me quedé inmóvil fracasando en mi intento. Abrí la boca lentamente notando su dulce aliento y entonces, como si mis pensamiento me estuviesen jugando una mala pasada, la imagen de Todd inundó el momento.
–¡Espera!–dije al fin despertándome y sintiéndome idiota por hablar en voz alta. Cambié de postura en el sofá donde me había quedado dormido y le vi.
–¡Todd! ¿Qué estás...?
Mayim Bialik
Estaba entusiasmada con volver en el punto en que se encontraba la serie. Molaro nos había concedido un descanso de tres cuartos de hora para tomar un café y un tentempié aunque muchos de los compañeros de reparto optaron por echar una cabezada.
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The Theory of Everything
FanfictionUna historia paralela a la vida en plató de los personajes de The Big Bang Theory. Jim Parsons, estrella de la comedia número uno en el mundo, pasa más horas siendo Sheldon Cooper que él mismo dándose cuenta que su personalidad se ve influida en mu...