Leo tenía los brazos tensos contra el timón y el viento le desacomodaba el cabello castaño haciéndole ver tremendamente guapo. Lo era, a decir verdad, lo era bastante. Sus ojos marrones y esa piel naturalmente bronceada lo hacían digno de una portada de revista masculina.
Brook necesitaba admitir lo bueno que estaba el muchacho.
Estando a su lado, en el asiento copiloto, intentaba no cruzar miradas con él por ningún motivo. Ya era bastante incómodo estar viajando con él hasta el laboratorio, como para que también hubiesen cruces de miradas con demasiada tensión.
En realidad, hasta el silencio era bastante incómodo entre los dos. Solo el sonido de las llantas de la camioneta contra el asfalto y el motor rugiendo, eran lo que impedía que entre ambos hubiese un silencio sepulcral. Pero, ¿de qué podían hablar? A penas y se habían visto un par de minutos al principio. Ni siquiera se habían presentado de manera formal, y ahora mismo, era él quién había sido encargado de llevar a Brook al laboratorio, sin más, ni menos.
Maldito silencio...
—¿Puedo encender la radio? —la voz de Brook rompió el hielo.
El muchacho a su lado solo asintió con la cabeza, con la mirada clavada sobre el parabrisas de la camioneta.
Ella intentó cambiando algunas estaciones, pero todas continuaban pasando música de habla portugués. Nada que pudiese entender, pero al menos ya no había tanto agotador silencio en medio del ambiente. Era mucho mejor así.
— ¿Puedo preguntarte algo?—Brook alzó la voz sobre el sonido de la música.
—Sí. —se limitó a responder Leo, sin mirarla. La chica entendió que ese hombre era incluso más frío que Justin.
—Por qué... ¿Por qué estás llevándome tú?—no quería sonar descortés, pero no había ideado una mejor forma de ser directa.
Al chico se le formó una media sonrisa en los labios. Madre mía, definitivamente era atractivo...
~*~
Justin aparcó la Ford raptor negra afuera de la pequeña estación policial.
Esta ni siquiera tenía pinta de parecerse a una y, si tenía que ser sincero, el pueblo completo no tenía pinta si quiera de asemejarse a un pueblo normal. A penas y habían unas pocas casas hechas de algún material no muy resistente que formaban filas alrededor de la carretera. Había una pequeña iglesia justo al lado de la estación y una especie de zona parqueada, junto con algunas personas observando atentamente a Justin llegar al sitio. Aquel lugar parecía muerto en vida...
~*~
—¿Hubieras preferido que sea Justin quien esté sentado aquí? —preguntó Leo, con un toque de picardía en su expresión. Vaya, así que no era del todo muy callado como ella pensaba.
—No lo sé, es que... Lo prometió. —Brook susurró despacio esa última frase, intentando no dar a notar su repentina tristeza al recordar la promesa del chico —La última vez que fui ahí las cosas no resultaron tan bien como se supone que saldrían.
Leo guardó silencio por unos segundos.
El sonido de la música en la radio seguía su ritmo...

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Antidote | terminada.
FanfictionLos rumores de un antídoto que salve a la humanidad de una posible epidemia son reales: se encuentra en la sangre de una chica. Para esa importante misión, los gobiernos del mundo solicitan los servicios de uno de sus mejores agentes, Justin Bieber...