08. Fue sólo un calentón.

11.3K 848 75
                                    

[26 de noviembre. 6:30pm, Paris – Francia]



J
ustin marcó el número de Rylie en un teléfono público. Utilizar este medio en vez de un móvil, era una táctica útil para que sus llamadas no fueran rastreadas desde ningún lugar del mundo. Había acordado con él en llamarle cada dos días, y ahora más que nunca necesitaba informarle sobre los sucesos ocurridos en España.

Dos intentos y Rylie contestó.

—¿Justin? —preguntó de inmediato el muchacho desde la otra línea. —El rastreador está indicándome que estás en Francia.

—Llegué hoy hace seis horas. —respondió Justin.

—¿Me tienes noticias? ¿Cómo va todo?

—Tengo a Brook tal y como te lo prometí. Tan solo he tenido que hacer algunos cambios de ruta el día de ayer.

—¿Por qué? —cuestionó Rylie.

—Unos hijos de puta de origen ruso intercedieron el departamento de Madrid. Tuve que sacar a la chica y a mi equipo de ahí cuanto antes.

—Demonios... —se quejó el chico contra el teléfono.—Espero que sepas bien lo que haces. —le dijo sin ánimos de molestarle.

—Siempre es así.

—Yo también tengo información para ti. —Justin escuchó cómo Rylie movía varias hojas en la otra línea.—Pues las cosas no van nada bien por aquí...

—¿A qué te refieres?

—Los índices han subido. El presidente convocó ayer a los miembros de la agencia para informar sobre eso. Si antes teníamos un aproximado de 15% de contagiados, ahora tenemos más del 20% alrededor del mundo. Y no puedes imaginarte si quiera cuán grave es todo eso...

—Joder...

—Eso solo significa una cosa. Y quiero que lo sepas, porque me parece que es lo apropiado. Se trata de la chica. De Brook.

—¿Qué pasa con ella?

—Si bien el plan en un principio era hacerle algunos estudios con respecto a su ADN en los laboratorios, pues ahora se tornará un poco más complicado.

—¿Qué podría ser más complicado que eso?

—Pues, hablamos de que ella será el antídoto para alrededor de más de un millón de personas. Su sangre debe ser clonada infinidad de veces... y... es probable que ella...

En ese momento, el censor inalámbrico que Justin tenía en los bolsillos empezó a vibrar. Aquello solo indicaba que algo dentro del departamento estaba saliendo mal. Y no quería ni imaginarse que estuvieran recibiendo otra vez la visita de alguna mafia Rusa o de quién sabe dónde.

—Rylie, tengo que colgar. Llamaré en dos días, si sucede algo, házmelo saber.

Entonces Rylie al otro lado de la línea, soltó un suspiro y concluyó diciendo:

—Vale, te mantendré informado.


~*~

Antidote | terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora