Capítulo 2

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¡Mañana repetimos, nena!


Comenzando con mi venganza hacía Jack, fuimos al instituto de noche.

Cuando llegamos a la, según Rebe, su taquilla, cojo diferentes permanentes de colores. Gracias a que las taquillas eran grises se iba a poder ver todo lo que dibujásemos. Eso me hizo sonreír. 

Cojo uno de los colores y fui dibujando lo que estaba en mi mente desde que vi a Jack en la silla fuera del despacho del director y saber que él había sido mi acusador. No era mucha cosa, una bandera del orgullo gay, lo que realmente valía la pena ver sería después.

Una vez terminada mi obra de arte y sonreír con verdadero orgullo, Rebecca me toca en el hombro llamando toda mi atención, aparte de asustarme.

─Madre mía, Brooke ─dice mirando mi obra maestra con asombro─ te has pasado.

─Si pues todavía no he terminado, cariño ─sonrío maliciosamente.

─¿Qué te queda más por hacer?

Pero no la contesto y me voy directa a la puerta del instituto hasta su coche, sí, yo no tenía coche. Bueno si tenía pero mi madre me lo había quitado por mis últimas novatadas. Dice que así aprenderé ¿no se da cuenta que tengo amigas con coche? En fin.

Una vez las dos estuvimos dentro del coche, Rebecca arranca y luego decide mirarme. Supongo que no sabía donde íbamos.

─A casa de Jack.

─¿Qué cojones...? Mejor no contestes.

Yo simplemente la sonrío y sigo mirando el póster que había cogido de mi cajón de cosas de la infancia. 

Cuando llegamos a...¿mi casa? ¿qué hacíamos en mi casa?

─Rebe...no me digas que te has rajado, por Dios. Necesito terminar mi venganza para que quede de puta ma...

─Brooke, Jack es tu vecino ─abre la boca asombrada─ ¿de verás no lo sabías? ─se parte de la risa.

Pues la verdad es que no...Lo había visto salir de lo que ahora supongo su casa, unas cuantas veces, pero supongo que vivía alguien familiar ahí. No él.

─Bueno, pues vamos.

Como ya había visto, desde la ventana de mi habitación, a Jack en una especie de habitación que ahora comprendía que sería suya. ¿Cómo he sido tan ciega? 

Voy directa a la ventana donde lo había visto algunas veces. No estaba muy alta, podría llegar con facilidad si Rebecca me ayudase. Su casa era igual a la mía, blanca y de dos pisos. Nada más peculiar.

─¿Qué vas a hacer? ─pregunta Rebecca detrás de mí. Sobresaltándome. De nuevo. 

Soy muy asustadiza, lo sé.

─Pues colarme en su habitación.

─Osea...no sabías que era tu vecino pero si cual su habitación...no lo entiendo.

─Luego te lo explico.

De verdad que no tenía ganas de explicárselo, primero, porque podrían pillarnos y segundo porque quería llevar a cabo mi venganza y bueno también... no me apetecía explicarle nada. Y una parte de mí imaginándose a Jack durmiendo... Sería para reírme en su cara. 

─Vale, tu espera aquí.

─Ah no no no, yo entro contigo ─maldita Rebecca y su cabezonería.

─Vale, como quieras. Pero no hables.

De la nada aparece una viejecita con su bata de estar por casa con un bastón en lo alto.

Hello, Smith.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora