Hello, Smith.

Capítulo 32

Está buena

La noche anterior no había dormido, ¿el porqué? No paraba de pensar en la historia de Jack. Debe de ser aterrador crecer sin tu padre y no solo eso. Conocerlo durante seis años para luego saber que es un animal, que abusa de su propia mujer y luego pega su hijo en algunas ocasiones. Sé que no debería de haberle dado una mirada de pena, pero...¿cómo vas a cambiar tu cara cuando es lo único que puedes sentir? Y por desgracia para mi, no se me da muy bien actuar. Y Melanie...Pobre muchacha, tiene que ir a verle sin saber todo lo que su padre hizo en un pasado. 

¿Y la madre de Jack? Ella tubo que aguantar durante años toda la ira de su marido, y seguía queriéndolo. Abusaba de ella, es decir, la pegaba y la violaba. Que claro...hacerlo con tu marido se puede ver normal, pero no si es en contra tu voluntad y haciéndote daño. Me da muchísima pena ella. Entiendo todo lo que ha tenido que sufrir Jack, pero su madre...lo ha tenido que pasar peor. Todavía le quiere, sigue enamorada de él. Aunque claro...¿cómo una joven Megan iba a saber que de quien se estaba enamorando era un bastardo? 

Había leído miles y miles de novelas románticas en las que los padres de los protagonistas eran unos mamones, que se emborrachaban cada noche, pegaban a sus hijos, etc... Y luego, eso llevaba a las consecuencias de que el hijo fuera borde y mala persona con los demás. Pero eso no le pasaba a Jack, supongo que no todo es como nos lo pintan en los cuentos, él era todo felicidad, diversión y cachondeo. Y, por eso, cada vez lo admiro más. Por tener tanta fuerza de salir adelante con la misma potencia que siempre ha tenido. Dios, es que le adoro por todo lo que es.

Y ahí estaba yo. Sumida en mis pensamientos en la clase de matemáticas. Mirando al profesor hacer garabatos en la pizarra, porque eran garabatos, o al menos desde mi punto de vista. Mis compañeros estaban tirándose pelotas hechas de papel, unas muy pocas personas estaban atendiendo, las demás o hacían el tonto, o estaban metidos en sus pensamientos o como Molly, que se pintaba las uñas de un color chillón horrible mientras hablaba con sus "amigas" 

─Bueno, chicos... ─suena el timbre, y todos los alumnos nos ponemos a recoger y a levantarnos─ ¡Ya ha acabado la clase! ¡Nos vemos mañana!

Me levanto con la cabeza gacha y meto el libro en mi mochila. Salgo al pasillo, miro como todos los adolescentes andan de un lado para otro con los brazos cargados de libros y sus mochilas colgando de sus hombros. Parejas riendo, besándose o haciéndose mimos cariñosos. Grupos de chicas riendo y comentando a chicos que pasan por allí. Y... Me acerco a un chico rubio, de ojos azules, con quince años y más alto que yo. ¿En serio?

─¿Eres Liam Wood, no? ─pregunto poniéndome en su campo de visión.

─¿Y tú eres la novia de Jack Scott, no? ─pregunta con una sonrisa arrogante. Anda, parece que Melanie se ha quedado colgada por un chico igual que su hermano. 

─Si, si... El hermano de Melanie Scott, ¿la conoces? 

Liam mira sus amigos y se ríen juntos, asienten con la cabeza y hacen gestos con las manos que desconozco. 

─¿La del culazo? Si, la conozco si. 

─¿Culazo? Oh, vaya. Nah, es un tío ─me miran mal, acabo de hablar sola─ ¿qué pasa con ella?

─Está buena.

─Oh, que adjetivo más...definido. 

─Joder, tía. Es guapa y tiene un carácter que flipas, y un culo...

─¡Y un par de tetas! ─grita uno de sus amigos desde atrás, que está escuchando la "conversación"

Los dos amigos se chocan los cinco y yo hago una mueca de asco. Hombres... Asiento y me voy. Busco a Melanie con la mirada, la encuentro con sus amigas riendo y mirándome.