Capítulo 40

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Compra esos pantalones


─¿Al centro comercial? ─pregunto cuando me desabrocho el cinturón y abro la puerta.

─Una cena...ver como te pruebas ropa...me ayudas a elegir algo para mi...

─¿Te ayudo a elegir ropa a ti? ¿ver como me pruebo ropa?

─Tienes que ayudarme a comprar algo, no tengo nada útil ─responde señalando su cuerpo.

─Eres raro.

─Y te encanta.

No contesto ni hago nada, bajo del coche y cierro detrás de mi. Jack se posiciona a mi lado en menos de un segundo y me coge de la mano. Entrelaza nuestros dedos y hay unas mariposas traicioneras revoloteando por mi estómago. El roce de sus dedos con los míos me hace sentir bien, muy bien. 

─¿Y dónde sueles comprar?

─Springfield, Pull & Bear...

Asiento en aprobación, esas tiendas para ropa son geniales. Caminamos hasta llegar a la puerta, que se abre al notarnos. Cuando entramos veo a muchas personas caminando de allá para acá con bolsas en sus manos, niños jugando con otros niños, más adolescentes ligando, viejos durmiendo en los sillones... Me encamino hacía la primera tienda nombrada y empiezo a mirar entre la ropa de chico, con Jack detrás. Cojo una camiseta blanca de pico con un bolsillo en la izquierda donde hay una frase en inglés, unos pitillos negros rotos y se lo tiro para que se lo vaya a probar.

Cuando sale del probador, le miro de arriba abajo con la boca abierta. ¿Por qué está tan malditamente bueno? Los pitillos pegados a sus piernas, la camiseta apretada marcando sus músculos, su cara... Esos ojos verdes, sus labios tan carnosos. 

─Mmmm... ─susurro mordiéndome el labio inferior.

─¿Qué tal? ─pregunta él mientras se zarandea de un lado a otro frente al espejo.

─¿Qué? ─me mira─ ah, está muy bien. Quédate eso. 

─¿Segura?

─Completamente.

Vuelve a mirarse en el espejo y entra de nuevo en el probador para cambiarse a su ropa principal. Yo sigo soñando despierta con él, flotando en una nube cuando vuelve a salir. Chasquea los dedos en mi cara y hace que me levante para ir a pagarlo. La dependienta le mira con deseo y hace varios comentarios no muy agradables para mi gusto, cuando le da el ticket le envío una mirada asesina y cojo del brazo a Jack, le doy un beso en la mejilla y salgo de la tienda moviendo las caderas. 

─Tengo hambre ─me quejo en voz alta.

─Yo tengo algo que puedes comer ─me mira malignamente y yo enarco las cejas.

─¿Por qué siempre eres un pervertido?

─Me refería a una barrita de chocolate que tengo en el bolsillo...

─¿De verdad? ─me cruzo de brazos con una sonrisa divertida en el rostro.

─Eh...no ─se encoge de hombros y da un paso, se vuelve hacía mi─ ¿burguer king?

Le cojo del brazo y le arrastro hasta una de las mesas, me pregunta sobre lo que quiero de cenar y me obliga a quedarme en la mesa para que no nos la quiten mientras paga mi comida. Maldito caballeroso. Vuelve con dos bandejas en la mano haciendo malabarismo con ellas.

─¿Te comes dos hamburguesas? ─pregunta al llegar.

─¿Algún problema? ─respondo sin vergüenza, cojo una de mis dos hamburguesas y empiezo a rociarla de ketchup. 

Hello, Smith.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora