Capítulo 14

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¡Corre si quieres vivir!


El viernes por la mañana fue mortal. Tuve que limpiar bastante vomito que ni siquiera era mio. Ver como mis primas y amigas se morían y cebarlas a pastillas. Por suerte para mí, yo era la que no había bebido. O no lo suficiente. 

Estaba recogiendo vasos de la cocina y limpiando el suelo, con trapos atados a mis pies para ir limpiando mientras andaba. Tenía que dejarlo todo perfecto. Esta sería la última fiesta en esta semana. Y para colmo, lo hacía sola, con un fondo de profundos quejidos provenientes de la planta de arriba. 

Si os preguntáis que pasó con Jack...no pasó nada, después de eso, nos quedamos en silencio y por suerte para mi, vino Rebecca a salvarme. Por lo que bajamos a la planta de abajo, donde la fiesta seguía su curso, y tuve que echar a varios chicos que ni conocía por abusar de una chica, bueno, intentarlo, y bajar a un chico, que tampoco conocía, del techo. Y por si fuera poco, no se ni como ni porqué, un chico estaba en el tejado pensando que era superman. Las drogas, chicos. 

Sobre lo de Cameron y Stephanie... Ninguno de los dos se acuerda de lo que pasó, solo yo. Así que no quise meter cizaña en el tema y pasar. Rebecca, por suerte para todo ser viviente, no se enteró. 

Las demás por lo visto ligaron, Lucía y Marta ligaron con los calientes gemelos, esos chicos tienen que mirarse el problema de estar tan buenos, Clara se lió con unos cuantos y Amalia con Ethan.

Así que fue una noche perfecta para todos. 

Bueno, eso creo. 

─¡Levantad de una vez! ─grité entrando a la habitación donde seis marmotas dormían.

Todas gruñeron y hundieron la cabeza todavía más en la almohada.

─¡Cállate!

Vale...habrá que probar con otra cosa...

─¡Hay Nutella!

En cuanto terminé de decirlo, ya estaban todas de pie y corriendo por las escalera, colina abajo. Me reí, estúpidas, ya me la había comido mientras dormían. 

Cuando bajé las escaleras y entré en la cocina me encontré con doce ojos mirándome mal y una nevera sin comida dentro, la comida estaba en el suelo. 

Ups.

Aunque también, ahora estaban todas con una botella de agua, tocándose la cabeza y sentadas. Unas en los taburetes que había  al lado de la encimera y otras en el suelo.

─¿Dónde está la Nutella? ─preguntó una Clara no muy contenta.

─¿No les dije que se acabó? ─dije poniendo mi mano en mi boca.

─Más te vale correr...

Y eso hice. 

─¡Era para que despertarán! ─dije mientras corría.

¿He comentado que no se me dan bien los deportes? 

Si que corro rápido y tengo buena resistencia, pero los deportes, fútbol, baloncesto, tenis...eso no es lo mío.

─¡Corre si quieres vivir!

─¡Al menos despertaste!

En ese instante, Clara paró de correr. Yo también paré. La miré y vi como se tocaba la tripa con una mano y se tapaba la boca con la otra. Oh señor, gracias por esto.

Salió corriendo hacía el baño y desde el salón pude escuchar sus arcadas. Asqueroso, pero cierto. Volví a entrar en la cocina.

─¿Por qué está esto limpio? ─preguntó Rebecca.

Hello, Smith.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora