Felicidades, bombón
Esa misma noche, me duermo abrazada al peluche y sin cambiarme de ropa. Estoy espanzurrada por toda la cama y algo me está molestando en la nariz. Es suave y muy agradable, pero al mismo tiempo me hace cosquillas y me pone de muy mal humor. El conejito me está tocando la nariz con su cola, es tan mono.
─Cumpleaños feliz...cumpleaños feliz... ─¿desde cuándo los conejos hablan?─ te deseamos todos...cumpleaños feliz... ─susurra el conejo volviendo a hacer cosquillas en mi nariz.
Esto es bastante raro. Abro los ojos lentamente y me los toco con las manos, quitando algunas pequeñas legañas crecientes. Poco a poco mis ojos se acostumbran a la luz de la habitación y puedo distinguir a regañadientes a mi hermano.
─¿Qué haces aquí?
─¡Felicidades!
Oh, vaya. Es mi cumpleaños. Miro el reloj que tengo en mi mesita de noche, las doce y un minuto de la noche.
─¿¡Y me tienes que levantar a las doce de la noche!?
─Eres mi única hermana, ¿vale?
Sonrío y asiento, me desperezo y le doy un abrazo a Matt.
─Gracias.
─Tengo que cuidarte, cumpleañera.
Cojo el móvil y abro todos las felicitaciones, miles y miles de felicitaciones, los habituales testamentos que te hacen las amigas, los típicos que te felicitan por cortesía. Otros que te hablas con ellos, pero poco. Y luego...tu novio. El textito de Jack es adorable y me dan ganas de ir a su casa a comérmelo con patatas. Me río muchísimo con los textos de mis amigas, recuerdan todos los momentos vividos juntas y algunos son demasiado tremendos.
─Abre el regalo, se me cansa el brazo.
Despejo mi vista del móvil, con una sonrisa en mi cara, y miro el paquete que tengo ante mi. Es una pequeña caja, decorada con un papel rosa y un lazo negro. Mi hermano la está sujetando con una sonrisa encantadora. Cojo el regalo y deshago el lacito negro, después arranco el papel de regalo que lo envuelve.
Hay una caja negra, rectangular y pequeña. Miro a mi hermano con miedo, y él asiente sonriente. La abro con cuidado y dentro me encuentro con un collar con forma de corazón, el corazón es pequeño y dorado, igual que la cadena de la que cuelga.
─Pero...
─Dale la vuelta ─me ordena con suavidad.
Saco el colgante de la caja y le doy la vuelta para hacer lo que me pide. Detrás del corazón hay una dedicatoria, por así decirlo, o algo inscrito en ella.
Siempre juntos, sabelotodo.
Y más abajo pone su nombre "Matt". Lo enredo entre mis dedos anulares y lo elevo hacía arriba para verlo mejor. Me recojo el pelo a un lado y le doy el collar a mi hermano para que me lo ponga. El colgante cae un poco más arriba de mi pecho y cuelga ligeramente de mi cuello. Agacho la cabeza para mirarlo desde esa perspectiva y reconozco que es lo mejor que me podría haber dado alguien. Y más viniendo de mi hermano.
─Me encanta, muchas gracias.
─No hay de qué ─se da la vuelta y se dirige a la puerta, pero a medio camino se da la vuelta─ espero el mío.
Sale por la puerta y yo me río con él, porque se está riendo desde el pasillo. Me tumbo en la cama boca arriba, tocando mi nuevo colgante con la mano y con una estúpida sonrisa en mi cara. Y así, sin más, me quedo dormida.
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Hello, Smith.
Fiksi RemajaBrooke es... ¿cómo decirlo? Es una chica muy valiente, guapa, presumida, algo borde y con mucho ego. A fin de cuentas, una adolescente. Suele romper algunos corazones y está acostumbrada a que los chicos la traten demasiado bien y la alaben. ¿Qué...