Odiaba esta sensación
─¿Cómo estoy?
─Violable ─contesto como si tal cosa tirando la pelotita al techo.
─Gracias ─responde Jack.
Y obvio que estaba para secuestrarlo y no sacarle de mi cuarto oscuro, llevaba unos pantalones negros con un jersey gris pegado que hacía ver su buena formada musculatura. Y sus converse blancas, siempre. Estábamos en su habitación, era sábado. Me había venido para pasar toda la tarde para ver películas, reírnos con su hermana y besarnos cuando ésta no miraba. Y en medio de una de las tantas películas, a Jack le llegó un mensaje diciendo que hoy había fiesta y que tenía que ir si o si. Así que subimos a su habitación y le ayudé a elegir la ropa adecuada.
─¿Segura que no quieres venir?
Es tan considerado conmigo que no puedo evitar que mis sentimientos hacía él se vuelvan mucho más fuertes. Si, más.
─Segura, estaré en mi cama llorando por la amorosa historia de Noah y Allie.
─Como quieras, pero no te enamores de ese tipo.
─Puedo hacer lo que quiera.
Me manda cuchillos por los ojos y yo me encojo de hombros con una sonrisa simpática en la cara. Vuelvo a hacer rebotar la pelota y me levanto de la dulce y cómoda cama de Jack. Salimos de su habitación y bajamos las escaleras en completo silencio, su madre estaba durmiendo la mona en el sofá del salón. Después de cruzar la puerta principal, bajamos los escalones del porche de la casa de Jack y nos acercamos al coche de él.
─¿Segura?
─No sé que harías sin mi.
─Y no quiero averiguarlo.
Sonrío complacida por su respuesta y él baja la cabeza para dejar un lento y apasionado beso en mis labios. Primero roza los suyos con los míos para después besarlos. Me encantaba besar a Jack, sus besos eran frescos, dulces, cariñosos, pero a la vez, frenéticos y salvajes. Como una montaña rusa.
Terminamos el beso con una risa idiota brotando de nuestras cuerdas vocales, me vuelve a dar un beso en la comisura de los labios y sube al coche. Baja la ventanilla del lado del pasajero, me agacho para verle mejor y dice:
─No sé que voy a hacer sin ti esta noche.
─¡Quieres irte de una vez, pesado!
Las carcajadas de Jack se habrán oído a miles y miles de kilómetros, pero eso no hizo que yo también soltara una pequeña. Arranca el coche y vuelve a hablar:
─A sus ordenes, bella dama.
Inmediatamente veo como sale echando humo detrás de él en dirección a la discoteca. Vuelvo a andar cuando dejo de ver su coche por la carretera y directamente entro en mi casa.
─¡Hola, mamá! ─digo entrando al salón de casa.
─¡Vivo aquí también! ─dice mi hermano alzando ambos brazos por encima de su cabeza.
─¿El diario de Noah? ─digo pasando olímpicamente de mi hermano. Cosas de hermanos, ¿no?
Mi madre se levanta, va a la cocina y a los pocos segundos se oye al microondas funcionar. Vuelve con una sonrisa encantadora y dice:
─Como no.
─¿Otra vez esa cursilería? ─protesta mi hermano con los brazos cruzados.
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Hello, Smith.
Teen FictionBrooke es... ¿cómo decirlo? Es una chica muy valiente, guapa, presumida, algo borde y con mucho ego. A fin de cuentas, una adolescente. Suele romper algunos corazones y está acostumbrada a que los chicos la traten demasiado bien y la alaben. ¿Qué...