-Quiero que me cuentes absolutamente todo lo que pasó en esa fiesta,-entró Jenny sin tocar la puerta, ya que se le había hecho una costumbre entrar como si fuera su casa- dijeron que fue...-calló al verla llorando sobre la almohada.- ¿Paola?-
Paola lloraba, y tenía los ojos rojos que caían sobre la almohada. Cubierta con las sábanas, divisó a si amiga, pero luego bajó la mirada.
-¿Qué pasó? ¿Fue Martín? ¿Qué hizo?- se sentó a su lado, acariciándola y retirándole el cabello que la tapaba.
-No fue Martín.- se secó las lágrimas.
-¿Entonces qué pasó?-
-Tenías razón. Estoy locamente enamorada de Lucas, pero el no me quiere, me lo dijo.- volvió a caer en lágrimas, tapando su rostro completo de agua salada.
-¿Qué? ¿Me estás diciendo que Lucas no te ama?- rió Jenny.
-¡Sí Jenny, no me ama! ¡No sé porqué la risa!- gritó enojada.
-Perdón Pao, pero yo sé que Lucas estuvo enamorado de tí desde hacía tiempo.- se recostó a su lado, y abrazó una almohada que tenía a su lado.
-¡Sí, me dijo que me ama! Pero...me rechazó, me dijo que no podía estar conmigo. De seguro porque la quiere a ella, ¡Después de lo que hice para demostrarle que lo amo!-
-Wowowo, ¿Qué hicistes?- la miró sorprendida- ¿Qué pasó en esa fiesta?-
Paola se acomodó en la cama, volteó para mirarla, y le relató la historia completa, sin olvidar cada detalle de aquella noche, en la que ambos se encontraron sentimentalmente sobre la misma cama.
Jenny la escuchó con total atención, expresó varias caras, pero se quedó sin aliento al escuchar lo que había sucedido entre ambos.
Durante toda la tarde estuvieron hablando sobre lo ocurrido en la fiesta, Paola caía en una depresión al escuchar o nombrar el nombre de Lucas. Ya que todo lo que había dicho era verdad, estaba completa y locamente enamorada de él.
Eran las cinco cuando Lucas salió del entrenamiento de natación, fue a la ducha, y luego a los vestidores.
-¡Chicos acuerdense de cerrar bien las duchas! ¡Los veo mañana!- les gritó el entrenador al equipo completo.
Lucas fue el último en vestirse y ducharse. Ezequiel lo esperó afuera, pero al ver la sorpresa que había entrado por la puerta de los vestidores, decidió dejarlo sólo, ya que de seguro no saldría en solitario de aquél lugar.
Lucas se colocó el pantalón, y luego de ponerse la remera y agarrar su mochila, la vió parada frente a él, con los ojos rojos, y mirándolo fijamente.
-Te creo.- dijo luego de un gran silencio que hubo entre ambos.-Y quiero...tratar de...empezar algo contigo, porque te quiero, más que un amigo.-
Lucas no dijo nada, la miró sorprendido, y corrió hacia ella, abrazándola, y estrujándola contra su pecho.
-Yo también...te quiero más que una amiga.- le dijo al oído un poco inseguro.
Luciana lloró en sus brazos, pero luego sonrió al sentir los labios de él sobre los suyos, tratándola con delicadeza, y acariciando sus mejillas.
No hicieron su relación oficial hasta el día siguiente.
Martín no había visto a su amada novia hasta la noche de ese mismo día, cuando ella apareció de improvisto en la cabaña de sus padres, que usaba como una casa para amigos, fiestas y demás.
Paola entró, ya que varias veces había ido a aquél lugar desolado.
-Hola amor, ¿Qué te pasaba? ¿Estás bien?- le preguntó al verla con el rostro rojizo y la mirada caída.