Narra Lali
Euge pasó todo el día descansando y en ningún momento se levantó de su cama. Gas estaba bastante alterado por ella y llamó varias veces a Pablo para saber lo que ocurrió, pero él no atendía el teléfono.
-Maldita sea, ¡Pablo contesta el maldito móvil! -grito Gas marcando por vigésima vez el número de Pablo sin tener respuesta-. ¡Agh!
-Euge va estar bien, no necesitamos molestar a Pablo. -le quite el móvil y mi amigo me miró con el ceño fruncido, yo también estaba preocupada, pero no perdia los estribos como él-. Te comportas como un nene de 5 años, debes parar. Ella va estar bien, solamente necesita descansar.
-Necesitó saber lo que paso, si Euge no me lo quiso decir es...
-Euge te dijo que te lo contaría más tarde. -terminar la oración por él y guarde su móvil en el bolsillo de mi pantalón-. Así que espera a que despierte y seguramente nos contará a ambos lo que paso.
-¿Tú sabes algo que yo no sepa?-cuestionó elevando una ceja.
-No sé nada. Solo sé "no cruces los límites" porque es peligroso, tú siempre me has dicho eso. Sea lo que sea que le haya pasado allá, no me interesa, solo me importa Euge y cómo está en este momento. -Muy probablemente su experiencia del otro lado fue aún peor que la mía y la verdad que comprendia si no quería hablar de lo que le paso.- Déjala descansar por ahora, luego si ella quiere te lo contará.
-De acuerdo. -dije y se fue al cuarto del baño.
-¿Lali? -preguntó la voz adormilada de Euge, se le notaba aún que estaba cansada-. Lali...
-¿Quieres algo?-le pregunte acercándome a su cama-. Dime lo que quieras y te lo traeré no importa lo que sea.
-Puedes traerme una pastilla para el dolor de cabeza, por favor. -pidió incorporándose en la cama-. No me siento muy bien.
-Okey, voy. -caminé hacía a la puerta del baño, donde teníamos un cajón lleno de pastillas de todo tipo y lo abrí-. ¡Pero no te levantes, puedo sola!Narra Peter
-¡No te lo puedo creer. -dijo incrédulo mi amigo Máximo Recca-. Victorio no es así alguien le metió toda esa mierda en la cabeza, lo cononozco, él no es así.
-Realmente nunca llegas a conocer a alguien del todo. Ahora apuesto que ni siquiera llegas a reconocer a Victorio, está todo cambiado y nuestros amigos de toda la vida no nos apoyan. -le conté con mi voz llena de tristeza y melancolía, Rochi y Nico me habían traicionado y de la peor forma-. Ni siquiera reconozco a mi propio hermano.Odoraba a mi hermano con todo mi ser, pero me hacia pedazos saber que no estaba de mi lado, y que estaba con los malos que solo buscaban manipularlo y utilizarlo en mi contra cuando fuera necesario.
-¿Para qué me citaste aquí?-me preguntó-. ¿Necesitas que mate a todos los vampiros que esten con Victorio?
-Nooo. -negué al instante-. Sabes que yo nunca te pediría que hagas eso. Necesitó tu ayuda con Victorio, eres él único que lo conoce bastante bien y que puede hacer que recapacite y que vuelva a ser un ser con al menos un poco de humanidad.
-Eso es imposible, él es demasiado terco como para escucharme. -caminó por la cueva rascándose la cabeza-. No seré de mucha ayuda, créeme.
-Pero eres su mejor amigo.-proteste.
-Ex mejor amigo. -me corrigió-. Hace más de 3 meses que no me habla.
-Bueno, puedes ir a donde esta y averiguar algo de lo que intenta hacer, yo lo haría -suspire-, pero no me llevo con nadie de ahí y sé con seguridad que Victorio terminará con mi vida eterna clavandome una estaca en mi pecho si vuelvo a aparecerme en ese lugar. En cambio Victorio aún tiene confianza en ti y necesitamos aprovechar eso.
-Si se llega a enterar de esto, soy hombre muerto, ¿verdad?
-En teoría...-me encogí en hombros restándole importancia-. No lo sé, tal vez...?
-Aceptó, pero debes decirme cuál es tu plan si se llega a enterar.
-No pensé que aceptarías.-me reí tratando de poner humor al asunto.
-Serás gracioso, Lanzani.
-No tengo un plan para eso ni nada aún, pero por ahora hasta que organice todo lo que vamos a hacer; necesito que vayas a su guarida, le pidas que te deje unirte a su causa y cuando te acepte serás mis ojos y oídos ahí. No me traiciones. Por favor.
-Hemos pasado por muchas cosas juntos, ¿creés que te haría eso?
-Mi hermano se volteo en mi contra y no me sorprendería que tú también lo hagas. -explique con la cabeza gacha-.
Pablo está con nosotros nos apoya en esto.
-No crees que él es más vulnerable que nosotros en esto, digo él no es...como nosotros.
-Eso mismo le dije, pero él insiste en ayudar así que no tuve más opción que decirle que sí.
-Veré que puedo hacer con lo de Victorio. -dijo dándome la mano en forma de despedida-. Cuando tenga algo, te avisaré. -se marchó a paso veloz de mi casa-cueva.Narra Lali
-Aquí están. -dijo Gas señalando las pastillas dentro de una pequeña cajita al lado del lava manos-. Deberían ser más ordenadas, esas pastillas deberían de haber estado en el cajón en donde clasifique cada una de las pastillas que tenemos.
-Euge despertó. -le avisé y sus ojos se iluminaron-. Dale tú las pastillas.Volvimos a la habitación y Euge se había quedado dormida de nuevo, así que Gas dejo las pastillas en la mesita de noche y trajo un vaso con agua.
-¿Cómo se siente? -me preguntó.
-Mal. -conteste-. Eso me dijo apenas se despertó.
-Está ardiendo en fiebre. -dijo tocando la frente de Euge-. Pablo la llevó a la clínica, si sigue así hasta mañana le pediré que la lleve otra vez. Por cierto, ¿dónde está Pablo?
-No lo sé. -agarre mi pijama y me dirigí al cuarto de baño a cambiarme.Me sorprendí al verlo de espaldas
hablando por el móvil ya que no lo había visto desde ayer.-Shhh. -señaló su móvil-. Sí, claro dejame ver que puedo hacer, ajá, listo, tengo que colgar. -guardó su móvil y me miró-. ¿Qué tal tu día?
-Bien. -me encogí en hombros-. Euge esta muy mal.
-Déjala descansar por ahora, si mañana sigue sintiéndose mal me avisas y la llevó a la clínica. -se metió a una de las duchas con una toalla sobre sus hombros.Me cambié de ropa y salí. Gas estaba acostado en mi cama con los ojos cerrados, él no puede estar después de las 10: 00 PM, así que le sacudi eran las 11: 30 PM
-¿Cuál es tu problema?-preguntó con la voz rasposa.
-Sabes que no puedes estar en las habitaciones de las chicas después de las 10: 00 PM. Si te ve alguien te sacará de aquí a patadas. -advertí.
-No seas exagerada.
-Vete, quiero dormir, en serio.
-Yo no he dicho que no puedes acostarte a lado mío. -dijo y me hizo una espacio para que me acostará.Apagué la luz, no lo iba a convencer de ninguna forma y me acosté a lado de él. Gas me abrazó por la cintura.
-Buenas noches. -besó mi mejilla.
Alguien entró y encendió la luz, Gas del susto se había caído al suelo.
-Tranquilo soy yo. -le avisó Pablo riendo.
-La próxima toca antes de entrar.-dijo Gas levantándose del suelo-. Qué haces aquí?
-Vine a ver como estaba Euge, Lali me dijo que estaba mal.-se acercó a la cama de la rubia-. ¿Tú?
-Me quedé dormido. -Pablo elevó sus cejas señalandonos a ambos-. No, no estamos juntos. -aclaró-. Además, no te hagas el santo porque tú también te has quedado en las habitaciones de las chicas después del toque de queda.
-No les diré nada, les vine a pedir un favor....Traeré uno del otro lado aquí a la ciudadela. -susurró.
-¡QUE! -explotó Gas alzando la voz-. Se supone que nos tienes que proteger y alejar de ellos, no dejarlos entrar a este lado.Esperó les guste el capítulo
No se olviden de Comentar y Votar Mil gracias por leer 🌈
ESTÁS LEYENDO
No Cruces Los Límites
FanfictionLali muere de curiosidad por ver qué hay detrás del muro que rodea su ciudadela, pero al cruzarlo descubrirá un recóndito secreto que saldrá a la luz tarde o temprano.