No Cruces Los Límites

Capítulo 57

Narra Peter

-Peter... -dijo Stefano acercándose a mí y poniendo una de sus manos en mi hombro derecho-. Esto lo hacemos porque es necesario, es un sacrificio pequeño para conseguir paz entre ambos lados. Si...tan solo...nos dejaras
-¿Eugenia está enterada de esto? -lo interrumpí, todos asintieron-. ¿Qué?
-¿Crees qué los hubiera dejado siquiera tocar a Rufina sin primero consultarle a Euge?                     -cuestiono-. Yo no soy así, no hago cosas a las espaldas de mis amigos. Euge estuvo más que dispuesta a colaborar, sabes que te tiene mucho cariño y quiere devolverte el favor que le hiciste apoyándola durante el embarazo.
-¿Y por qué no me dijeron nada?
-Primero teníamos que consultar con Euge si nos dejaba realizarle los análisis de sangre a Rufina, luego tuvimos que pedir una autorización al hospital y a nuestros superiores, para empezar el proceso de encontrar una cura. -contesto, Carlos-. La cuestión, es que estuvimos con sin fin de cosas en la cabeza. Pero dio sus frutos, solo necesitamos probarla en alguien para saber si realmente funciona.

Observe la mesa una vez más, las jeringuillas sobre esta, estaban con un liquido de un color muy peculiar.

-Dudo mucho que inyectarme la cura, sea buena idea. -entrecerré los ojos tomando una entre mis manos-. ¿Qué es esto? -señale el líquido dentro.
-Podría darte una larga y tediosa charla sobre la mezcla de ADN. -contesto un medico, quitándome la jeringuilla de las manos-. Pero prefiero ahorrarme esa charla, lo único que necesitas saber es que una vez inyectada la cura poco a poco irás convirtiéndote en humano de nuevo, claro esta que la cura tarda un tiempo indefinido en surtir efecto, aún no la hemos probado en nadie, y no estamos seguros en cuanto tiempo la cura logra reconectar tu sistema reactivandolo, ni tampoco estamos seguros de que siquiera funciona o si tiene efectos secundarios incluidos.
-Ese líquido tiene un aspecto espantoso, y apuesto a que duele como la mierda una vez que este en mi cuerpo. -deduje, negándome a ser el primer sujeto de pruebas-. Paso, gracias. Tal vez, me retractare cuando lo hayan probado en alguien más y funcione, pero hasta entonces no.

Me aparte de la mesa de las jeringuillas con una mueca de asco, realmente el contenido liquido dentro de cada una, era de un color tan espantoso, que me daban escalofríos.

-Tú tienes una hermana vampiro, ¿no, Pablo? -pregunto Stefano, junte mis cejas en sorpresa. Desconocía ese dato-. No podemos obligar a Peter, pero tal vez tu hermana sea más influenciable y pueda ser la primera en probar la cura.
-Tengo una hermana, sí. -afirmo Pablo asintiendo-. Pero hace muchos años que no la veo, su "transformación" fue cuando ella tenía 13 años y yo 22, después de que la trasladaran al otro lado no me permitían ni siquiera decir su nombre, hasta que logre convertirme en guardia y he estado tratando desde entonces de buscarla pero aún, desconozco donde podría estar en este momento.
-¿Y tu hermano Peter?
-No. Él no. No querra, estoy seguro y tampoco lo puedo obligar. -conteste.
-Cambiar eso, depende de ti. -dijo Carlos, tomando una caja de uno de los cajones de la mesa, que tenía en su interior jeringuillas con la cura-. Debes convencer a los de tu especie de inyectarse la cura. -me extendió la caja y la tome entre mis manos-. Debes hacerlo. De otra manera, nunca estaremos en paz.
-Habrá vampiros como yo que estarán dispuestos a ser humanos de nuevo, pero también habrá los que se opongan a esa idea. -lance la caja en la mesa con fuerza.-No nos pueden obligar, es nuestra decisión si queremos ser vampiros para siempre, nos llevaran a la extinción por el hecho de que nos ven como una amenaza para la humanidad cuando no lo somos. Ustedes fueron los primeros en hacernos daño;] desechandonos como si fuéramos basura, en vez de apoyarnos. Ustedes fueron los que crearon esta revalidad entre los humanos y vampiros con ese estúpido muro de mierda. -solté todo lo que me había guardado-. ¡No eramos una amenaza! Por ustedes ahora lo somos.
-Son una amenaza, Peter son peligrosos y unos asesinos. -corrigió Carlos, y lo fulmine con la mirada, los demás se quedaron en silencio-. Bueno, al menos la mayoría de vampiros.
-Busquen a otro que haga su trabajo, porque no seré yo. -salí de la habitación, azotando la puerta.

Aunque la cura era la solución a todos mis problemas, no podía hacerlo sólo por mí. Tenía que pensar en mi hermano y en lo mucho que significa para él haberse convertido en vampiro.

Para mí todo había empeorado cuando me convertí en vampiro pero para él, todo había mejorado. De repente, yo era el callado y sin muchos amigos, en cambio él se volvió muy social y había ganado cierta popularidad cuando gano una pelea con un vampiro experimentado y mayor apenas siendo un niño de 11 años. Como dije no podía hacerlo sólo por mí, tenía que también pensar en los demás que estaban conformes viviendo para toda la eternidad.

Además lo más probable era que esa dichosa "cura" ni siquiera funcione y hasta que se confirme lo contrario no tengo nada que perder.

Narra Lali

Estábamos de regreso a nuestro edificio, no me dejaron ingresar a mis clases por llegar tarde, pero en este momento, no me podría importar menos la Facultad. Estaba preocupada por Peter, y también estaba realmente muy agotada ya que no había dormido en toda la noche.

-¿No le dijiste nada? -cuestiono Gas riendo, asentí. Le había contado lo sucedido con Peter-. Eres una insensible.
-No lo soy, solo me sorprendí y si no fuera porque me llamaste, me hubiera quedado congelada sin saber que decir al respecto. -mire por ventana, estaba comenzando a llover-. Estoy asustada. Gas, no quiero que ambos salgamos lastimados. Y tampoco quiero empezar nuestra historia y que terminemos como sus padres.
-Yo no creo que estés asustada por eso, yo creo que estás asustada porque también estás enamorada de él. -detuvo el auto en un semáforo en rojo, y me miró. -Créeme no es bueno guardarte las cosas, tengo experiencia en ese asunto y no es nada bonito, de verdad. Así que cuéntame, juro no juzgarte, ¿qué sientes exactamentepor Peter?
-Siento que también estoy enamorada de él, mucho en realidad.-confesé, y Gas me miro sorprendido mientras otra vez arrancaba el auto-. ¿Qué? Dijiste que no me juzgarías.
-¿Qué esperas para decírselo? Peter, es buen tipo. No es como él idiota de Pablo, estoy seguro.
-Pero... -proteste.
-Lali... -me interrumpió.-Basta de dar tantas vueltas, dile como te sientes, así como él se abrió contigo. No esperes, eso es lo peor que puedes hacer, créeme.

Tenía razón.

"Debería confesarle que yo también he roto nuestra promesa."

Sin embargo cuando Gas me dejo en mi habitación para luego irse de nuevo al hospital, estaba tan agotada que no pensé en nada más que en acostarme y dormir.

Espero les guste
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