No Cruces Los Límites

Capítulo 76

Narra Lali

Después de la pelea fuimos a mi edificio, Euge se encontraba conmigo en nuestra habitación, curándome las heridas que tenía.

Peter estaba con su hermano, discutiendo afuera "cosas de vampiro". Gas estaba yendo por Rufina a una guardería, la bebé no nos acompañó porque Euge quería tener tiempo a solas con Gas sin ser interrumpidos, Cande fue a ver a Agus y por ahora no han tenido más problemas en su relación y finalmente Julián y Stefano se encontraban resguardando el "perímetro" de mi edificio para protegerme.

-¡Auch! -exclamé cuando Euge pasó por mi labio partido un algodón con alcohol antiséptico-. Me duele mucho, hazlo con más cuidado.

-No soy enfermera, Lali. Hago lo que puedo. -dijo y continuó pasando el algodón por la herida y tratando de hacerlo despacio y con delicadeza-. No puedo creer que María te hiciera esto. No creía que fuera capaz ni siquiera de matar a una mosca, y mírate. Me sorprendió mucho, aunque no lo suficiente puesto a que terminó peor que tú.

-Tu contrincante no era tan buena como la mía. No saliste de la pelea con sangre, solamente con tu ojo derecho inflamado y por eso te odio. -le saqué la lengua y mi mejor amiga me sonrió riendo.

-Admítelo soy mejor dando golpes que tú, Espósito. -antes de dejar mi labio lastimado en paz, Euge por distraerse presionó más de lo que debía el algodón contra mi labio y un gemido cargado de dolor salió de mi garganta-. Estuve involucrada en más peleas que tú. Por ende, yo gano.

-No admitiré eso. -negué con la cabeza riéndome con ella-. Mi orgullo no me lo permite. -me sentía muy feliz de que Euge y yo siguiéramos siendo las mismas mejores amigas de siempre después de confesarle que estaba con Peter en una relación-. Además la otra chica no golpeaba tan fuerte como María. Alcanzo a darme dos golpes y no sentí ningún tipo de dolor, así que prácticamente luchaste con una bebé. Yo enfrente a alguien con más experiencia.

-Tu labio está partido y tienes uno de tus pómulos hinchado y yo sin tener entrenamiento de guardia, salí de la pelea solo con un ojo inflamado, sin embargo tienes razón la amiga de María no sabía golpear. Así que es un empate. -Fue al cuarto del baño a buscar algo y cuando regresó trajo en sus manos dos bolsas de hielo para ambas-. Es para tu pómulo, eso ya parece una pelota de tennis. -me lanzó una bolsa de hielo y se río sola a carcajadas de su propio chiste que para mí no tuvo ninguna gracia.

-Espero que sigas riéndote así cuando tu ojo se ponga morado. -me puse la bolsa de hielo sobre mi pómulo-. ¿Tú y Gas...arreglaron las cosas? -le pregunté aunque la respuesta era obvia, quería cambiar el tema de conversación a algo más serio-. Hoy en el almuerzo se veían muy felices juntos y...

-Estamos bien. -me interrumpió sentándose a mi lado-. Nos pedimos perdón mutuamente por todo lo que nos gritamos enojados mientras peleamos, nos dejamos en claro algunas cosas que teníamos pendientes y además le dije que necesitaba tiempo para mí misma antes de volver a intentar algo serio con él para no cometer el mismo error y volver a lastimarlo. Y Gas aceptó, dijo que me iba a esperar el tiempo que fuera necesario para estar conmigo de verdad.

Euge merecía más que nadie ser feliz y esperaba que desde ahora empezara a serlo después de sufrir tanto.

Narra Peter

-Sé que me vas golpear por no abrir la boca cuando lo supe. -dije mirando al suelo notablemente nervioso por lo que le iba a contar a continuación a mi hermano-. Debí decírtelo antes y lo siento, por favor no me golpees. Pablo es el hermano de Carolina.

-¿Qué? -Joaquín abrió los ojos sorprendido sin poder creérselo-. Es imposible...conozco a Pablo desde que era un niño y él nunca mencionó que tenía una hermana y menos una hermana vampiro.

-Lo sé, yo también me sorprendí. Es todo muy raro, pero es verdad. -mi hermano me golpeó-. ¡Auch! Te dije que no me golpearas. Y si no te conté esto antes fue porque Pablo es un estúpido y...

-Y porque siempre Lali hace que tus prioridades pasen a segundo plano y te olvides de todo -me cortó con su expresión llena de seriedad y pensé que estaba muy enojado conmigo hasta que se río-. Debería estar furioso contigo, pero no. Aunque si pienso que deberías concentrarte más por el momento en la batalla y no en tu relación con Lali. Te lo digo en serio, hermano mayor. -rodé los ojos porque se venía otro de sus discursos en donde me decía que debía ser más responsable con mis tareas del otro lado-. Sé que hace unos días te dije lo mismo, pero te lo voy a repetir ahora mismo para que te quede más claro porque parece que no me entendiste del todo ese día. No quiero perderte por tu falta de dedicación a los entrenamientos y estrategias que ya tenemos armadas para la batalla. Tu cabeza debe estar al 100 por ciento con los del otro lado y no en Lali. Sé que ella te preocupa mucho y ahora que el clan de Victorio busca cazarla, estás más preocupado aún, pero a ella no le va a ocurrir nada. Tiene a todo un ejército sobrenatural vigilándola todo el tiempo y además a guardias que seguramente se sacrificarían ellos mismos antes de fallar a su jefe. Lali va estar bien, tú eres el que me preocupa, no tienes protección y en un abrir y cerrar de ojos puedes terminar como Máximo o peor, y yo no quiero eso.

-No me va a pasar, hermanito. -le aseguré, aunque no tenia idea de lo que iba a pasar próximamente-. Te prometo que mi mente estará al 100 por ciento con los del otro lado. Tranquilo todo va salir bien, ya verás.

Vi que las puertas de ascensor del edificio se detuvieron en el piso en donde estábamos y sus puertas se abrieron y de ahí salieron Stefano y Julián que caminaron hacia nosotros.

-Nos quieren ahora mismo del otro lado. Emilia quiere discutir y repasar las estrategias que tenemos para la batalla con los jefes de las tribus, Carlos y con todos nosotros. -nos comunicó Julián-. Además, mi gente ha encontrado a una mujer vampiro aparentemente miembro del clan de Victorio andando por nuestro territorio buscándote, Peter. También me informaron que se ha portado inofensiva desde que habló con mi gente preguntando por ti y hasta ahora que la han llevado a nuestra guarida sigue con ese mismo comportamiento. Se llama Rocío, ¿la conoces?

-Sí. -respondí asintiendo con mi cabeza afirmándolo-. Mi hermano y yo la conocemos. Era nuestra amiga antes de se uniera al clan de Victorio.

Tenía un mal presentimiento sobre esto.

¿Por qué Rocío querría hablar conmigo después de nuestro último encuentro para nada agradable?

Estaba seguro que algo iba a ocurrir y no traería nada bueno.

Espero les guste
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