Capítulo 61

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Narra Peter

Maximo se desplomo en el suelo.

-¡Maximo!-exclamamos al uniso mi hermano y yo, corrimos hacia nuestro amigo.-¿Qué ocurrio?-le pregunte mientras observaba sus heridas que a simple vista, se veían muy graves.
-Hice lo que me pediste; fui a buscar a Nicolas para vengarme pero en realidad él se termino vengando de mí, de la paliza que le di la anterior vez cuando atacaron a tu hermano y a Carolina.-contesto en un debil susurro, realmente se encontraba muy mal.-Estoy bien, no necesito reposo o algo por el estilo.
-No. Necesitas descanzar, ahora mismo. Esas heridas no sanaran del todo hasta dentro de una o dos semanas, fueron hechas por varios vampiros mayores. ¿No es así?
-Nicolas tiene por amigos a varios vampiros legendarios, no lo sé. ¿Tal vez? Me golpearon varios vampiros, no estoy seguro.
-Entonces, amigo mío. Dejame decirte, tu estado es muy grave.

Maximo nego con la cabeza y trato de levantarse del suelo pero estaba muy debil como para mantenerse de pie sin ayuda.

-Estoy bien, puedo solo.-su voz sonaba cada vez más baja y tembloroza, como si le costara bastante lograr pronunciar todas las palabras que salían de su boca.
-Joaquín llevalo a su cuarto. No me importa si quiere o no, descanzar.

Mi hermano lo levanto rapidamente del suelo y llevo a Maximo a su cuarto.

Después de unos minutos regreso.

-La batalla esta cerca.-se sentó en el más viejo sofa del living, que era una de las pocas cosas que logramos rescatar de nuestra antigua casa de cuando eramos humanos-¿Lo sabes, no? Esto solo es el comienzo.
-Lo sé.-suspire.
-Tengo algo de miedo, Peter. ¿Y si no lo logramos? ¿Y si a pesar de ganar los humanos no nos aceptan? ¿Y si algo te pasa? ¿Y si alguien a quien queremos mucho, muere? Yo no estoy listo, no creo poder afrontar una muerte más.
-No seas pesimista, vamos a ganar y Victorio va a terminar muerto y las demás cosas se solucionaran con el tiempo, ya lo verás.
-Ambos sabemos que aunque ganemos la batalla, para los humanos siempre seguiremos siendo los malos.
-Todo cambiará, ya verás.-animé.
-¿Creés que los humanos derriben el mismo muro que ellos mandaron a construir y nos acepten?-preguntó sin esperanzas.-La respuesta es no, nunca harían eso por nosotros porque nos tienen miedo y nos los culpo. Somos crueles. Atacamos hasta a los de nuestra misma especie.
-Joaquín, no pierdas las esperanzas, los humanos son mucho más sensatos y civilizados que algunos vampiros y estoy seguro que todo cambiará, ganaremos y les demostraremos que podemos convivir con ellos sin hacerles ningún tipo de daño.
-Es parte de nuestra naturaleza alimentarnos de sangre, ¿creés que nos aceptarán y dejarán de tenernos miedo?
-Maximo, nunca sentio la necesidad de lastimar a un humano y arrebatarle su vida así que creó que eso es posible.
-Si la cura sirve, ¿crees que nos obligaran inyectarnosla?
-Si sirve, y nos obligan a inyectarnos la cura, no lo permitire. Todos los vampiros tendran derecho a elejir si quieren volver a ser humanos o no.
-¿Vas inyectarte la cura por ti o por Lali? Quiero la verdad, Peter.
-Sabes que nunca me gusto ser vampiro es como un juego, por un tiempo es divertido luego pierdes el gusto. Y ya estoy cansado de seguir jugando el mismo juego, una y otra vez. Ni puedo imaginarme viviendo para la eternidad, me odio demasiado, odio las cosas que hice sin pensar, odio todo lo relacionado con mi pasado. No quiero terminar como papá, quiero reinventarme. Hacer un borron y cuenta nueva. Volver a ser un humano y tener una vida con Lali.
-Entonces, eso significa; ¿qué te ofreceras como sujeto de pruebas?

Estaba decido a ofrecerme.

Sé que hay más posibilidades de que la cura ni siquiera me haga cosquillas, pero vale la pena intentarlo.

-Sí.-conteste totalmente seguro.

Narra Lali

Me desperte por el insistente sonido de mi movil desde el bolsillo trasero de mi pantalon.

-¿Hola, Euge?-descolgue incorporandome en la cama.
-Por fin contestas.-dijo enojada.-Se supone que hoy vendrías a casa de mis padres e iriamos a comprar cosas y algo más de ropa para Rufina. Son las 20: 00 PM y no apareces por ninguna parte, fui a buscarte a nuestra habitación y no estabas, fui a buscarte a la base de resguardo y tampoco estabas.
-Estoy en la Facultad.-mentí.
-Pero hoy no tienes clases.
-Ajá no tengo clases, pero tengo ensayos extras ya que estoy participando en una obra de teatro que se presentara dentro de unos meses.
-¿Segura que no tienes nada qué ver con qué tu padre misteriosamente haya aparecido arrastrandose por el suelo casi muriendose por los pasillos de nuestro edificio?
-Tuve una discusion algo bastante grave con Carlos.-le conte en voz baja, palpando mi mejilla que aún dolia por el fuerte golpe.-Le pedi a Stefano que cancelara mi solicitud de convertirme en guarida y parece que no ha sido muy discreto y Carlos se ha enterado.

No se merecía que lo llamase mi padre.

Ese intento de persona no era mi padre.

En su lugar estaba un desconocido y desalmado extraño que algun tiempo atrás considere mi héroe.

Pero ya no más.

-¿Se molesto mucho?-pregunto.
-Enloquecio, y termino dandome una bofetada.
-Oh, Lali. Pero...
-Pero estoy bien.-la corté.-Enserio.

"Eso es una gran mentira."

-Lali, no lo estas. Sé que te importa muy poco lo que diga o haga tu padre en tu contra o a tu favor, pero el hecho de que te haya golpeado no puedes simplemente ignorarlo como todo lo relacionado con él. Es grave.
-Euge, no quiero hablar sobre eso.
-Lali, puedes contar conmigo para todo, ¿lo sabes, no? Somos mejores amigas y siempre buscare una manera de consolarte y alegrarte, no importa que. ¿De acuerdo?
-Bien. Me tengo que ir, Euge ¿nos vemos mañana para ayudarte con las cosas de Rufina?
-Olvida eso de ir a comprar cosas para Rufina, le pedire a Gas que me acompañe. Tú solo descansa y trata de olvidar toda esa mierda relacionada con tu padre. ¿Si?
-Esta bien.
-Bien, adios Lali.
-Adios, Euge. Gracias.-colgué.

Guarde mi movil y me volví acostar en la cama mirando al techo.

Suspire.

¿Por qué mi padre tiene que ser un cretino?

En verdad me dolia lo que me había dicho y me terminaba por detrozar el hecho de que me haya golpeado, puedo perdonarle de todo, menos eso.

Que me haya golpeado sobrepaso los límites.

Me sentía exsausta por todo lo que había pasado, sin embargo no tenía más ganas de dormir.

Ahora estaba del otro lado y al menos por un tiempo, Peter y yo podríamos escapar de la realidad y estar juntos sin miedo a que alguien nos descubra.

-¿Te sientes mejor?-pregunto Peter sentandose en el lateral de la cama, muy cerca mío, dejando que su cuerpo se apoyase contra el cabecero.
-Estoy por ahora un poco más tranquila que antes.-le conteste, poniendome en su misma posicion.
-¿Es la primera vez que sucede esto?
-Sí, él nunca me había golpeado antes.

Su mano, con algo de miedo, acaricio mi mejilla.

-¿Te duele mucho?-pregunto mirandome fijamente y por primera vez me di cuenta que había algo diferente en los ojos de Peter que no había notado antes. Amor. Amor verdadero. Amor puro.

Espero les guste
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