No Cruces Los Límites

Capítulo 62

Narra Lali

Al Día Siguiente

-Hoy tienes clases, ¿verdad? -pregunto Peter viendo como me ataba el cabello y lo dejaba recogido en una coleta de caballo.

Ayer me había quedado a dormir ya que no quería regresar al otro lado.

Estaba demasiado afectada por lo que pasó, tanto que casi no logre dormir nada la noche anterior.

-¿Podrías llamar a Gastón? Ayer por la noche gaste lo último que me quedaba de batería.-conteste.- No puedo faltar ni a una clase más o sino perderé el semestre.-ajuste mi moño mientras miraba al suelo-. Por favor, ¿podrías ir a mi habitación a la noche? No quiero estar sola.

Asintió sonriendo ligeramente y marco el número de Gastón.

Media hora más tarde, Gastón me recogió y mire por el retrovisor del auto mientras nos dirigiamos al
muro, como Peter se perdía entre los árboles.

-No puedo creer que te hayas quedado a dormir con él.-dijo mi mejor amigo con un tono molesto-.No puedes desaparecer así como así. La gente pregunta por ti, tu padre pregunta por ti, de verdad todos se preocupan por ti hasta el idiota de tu ex novio.-apreto  el volante con fuerza-. Ya no sabía que inventar, trata de no querer desaparecer seguido es... Sospechoso.
-Lo sé, solo quería estar con Peter por un rato a solas sin que tengamos miedo a que nos descubran.-abrí la guantera del auto para ver si Euge había dejado uno de los tantos bolsos de maquillaje que tiene.
-Lali, no puedes simplemente desaparecer, cuando las cosas se ponen feas. En serio me preocupas, debes hablar con tu padre, hacer que te escuche y que.... deje de ser un imbécil.
-Gaston, Carlos desde ayer esta muerto para mí. No es más mi padre, ni yo soy su hija.-encontre la bolsa de maquillaje y lo puse sobre mi regazo mientras cerraba la guantera-. Lo que hizo sobrepaso los limites. Y lo sabes.
-Esta Bien, Lali. Pero en algún momento tendrás que hablar con él. Es tu sangre quieras o no.
-Y por tener mi misma sangre, ¿lo debo perdonar? Gastón, por favor. Callate. -rode los ojos con cierta irritación mientras abría el bolso de maquillaje-.Si sigues hablando probablemente termine golpeándote.
-Cabeza dura. -espeto en voz baja.

Lo fulmine con la mirada.

Agarre una revista que estaba sobre el panel central del auto, la enrolle y comencé con esta a darle golpes en su brazo derecho.

-¿Qué haces? -lo golpee con más fuerza-. AY, AY, AY. Duele ¡Lali! -grito y deje a un lado la revista.- Ya esta, basta. Estoy conduciendo, vas a causar un accidente.
-Entonces, no sigas hablando.
-¿Sabes qué debería hacer? Debería frenar el auto y hacerte bajar a la fuerza ahora mismo por golpearme con una estúpida revista pero, como soy tu mejor amigo no lo haré.

Unos minutos más tarde llegamos a la Facultad.

-Lo siento, por golpearte.- me disculpe con la cabeza gacha terminando de maquillarme-. Solo no quiero hablar ni saber nada de mi padre por un buen tiempo, necesito meditar y a alejarme de él. Concentrarme en mis estudios y demostrarle que no estoy desperdiciando mi vida, como él cree.
-No insistiré más en que debas hablar con tu padre pero eso no quita que no debas hacerlo en algún momento más adelante. ¿Esta bien?
-Bien.
-No, bien. Promete que vas hacerlo.
-Gaston...
-Lali, solo hazlo.
-Agh, lo prometo.

Y no cumplí con esa promesa, al menos no hasta que fue muy tarde. 

Narra Peter

Estaba en la guarida de los licántropos practicando estrategias  con los clanes vampiros, la batalla estaba cerca y teníamos que estar preparados.

Que dejaran herido a Máximo solo fue el comienzo.

-Carlos hoy no se presentara al entrenamiento. -informo Emilia a todos en el salón de entranamientos.-Asi que espero que se comporten y obedezcan todas mis ordenes. -se dirigía a los guardias que estaban a favor de nuestra causa, entre ellos estaban Pablo y Stefano que me miraban con enojo en sus ojos-. Ahora a entrenar, busquen una pareja y practiquen sus golpes mientras yo hablo con Lanzani en privado. ¿¡Entendido!?

Todos enseguida se formaron y buscaron una pareja.

Los vampiros y los licántropos ahora se llevaban bien y eran más tolerantes entre sí.

Lo sé, raro.

Pero entre más unidos estemos, mejor nos ira en la batalla.

Camine con Emilia hacia la puerta de salida. Y nos dirigimos a su oficina.

-¿Me podrías explicar por qué golpeaste a Carlos? -pregunto seriamente Emilia-. Peter, ¿qué te pasa? Primero faltas a los entrenamientos y vienes cuando se te da la gana, segundo te rehusas a ayudarnos a que los vampiros se inyecten la cura, tercera y la más grave falta, mandaste a Carlos al hospital.
-Emilia...Puedo explicarlo.
-Peter, si estas conspirando en nuestra contra...
-Espera ¿qué? -la mire con los ojos entre cerrados-. Nooo. De ninguna manera, yo soy la cabeza de todo esto, fui yo quien convenció a Carlos de hacer algo al respecto. Nunca los traicionaría. Solo he tenido muchas cosas en la cabeza, eso es todo.
-¿Qué cosas en la cabeza, te hacen golpear a Carlos? -cuestiono de brazos cruzados-. Peter, lo siento por desconfiar de ti pero comprende, si estas de nuestro lado, sabes que golpear a Carlos y mandarlo al hospital no es una buena forma de demostrar lealtad hacia nosotros.

Le conté lo que había sucedido.

-Carlos golpeo a mi...amiga, no pude quedarme sin hacer nada.
-Lo entiendo, aun así no tuviste porque golpearlo. Pero lo entiendo.
-No vuelva a dudar de mí. En este lugar no hay nadie más leal y dispuesto que yo, y para demostrarlo me ofreceré como sujeto de pruebas para comprobar si esa bendita cura realmente funciona o no.
-¿Estas seguro de querer hacerlo?
-Más que seguro. -afirme.

Estaba dispuesto a renunciar a mi inmortalidad.

Si la cura llega a funcionar, dejare atrás mi pasado y empezare una vida  como mortal con Lali a mi lado.

Perdón por no publicar la semana pasada, pero más vale tarde que nunca.

||AVISO IMPORTANTE||

Los próximos capítulos, tal vez tarden un poco más de la cuenta en llegar ya que todo este mes estare ocupada con cosas personales y del colegio.

Asi que espero me comprendan 😀

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