3- Abstinencia

8.9K 403 86
                                    

Aaron:

La mañana después de que Stephen descubriera que seguía tomando fotos de él mientras dormía me había dicho algo como esto:

-No tendremos sexo

Mi cerebro aún estaba algo adormilado para asimilar lo que había dicho así que solo asentí pero cuando lo capté me asusté tanto que me caí de la cama

-¿¡Nada de sexo!?-grito en el suelo

Stephen sale del baño recién bañado y con ropa de salir. Lo miro atónito cruzar la habitación y suelto una pequeña risa.

-Que sueño más horrible-me río

Stephen voltea a verme con curiosidad mientras movetea la toalla en su cabeza para secar su cabello.

-¿Que estás haciendo en él suelo?-pregunta al acercarse a mi y ayudarme a levantarme

-Tuve una pesadilla-respondo- una en la que me decías que ya no tendríamos sexo

Un escalofrío recorre mi espalda nada más en recordarlo. Stephen me pone mala cara

-No fue una pesadilla-gruñe- en verdad lo dije. No tendremos sexo

Me quedo con la boca abierta. Lo miro esperando que se riera o que hiciera algo que me dijera que era una broma pero Stephen se mantiene completamente serio.

-¿Hablas en serio?- pregunto

Estoy en shock. Esta es la peor manera en la que se puede despertar a alguien

-Muy en serio. Tal vez así aprendas a no acosarme mientras duermo

-¿Qué? Pero eso es ser muy presipitado, ¿no?-empiezo a decir con nerviosismo mientras lo sigo por la habitación tropezandome con todo lo que cruzan mis pies- ¿no tener sexo durante cuánto tiempo? Eso es un castigo hasta para ti, ¿no crees? Seré bueno. Prometo no tomarte ni una sola foto durmiendo así que ¿por qué no olvidamos esto?- le sonrío esperando a que acepte pero lo único que hace es girar sus ojos

-Nada de sexo-repite

-Pero...

-Nada de sexo-bufa y sale de la habitación

Me pongo unos pantalones tan rápido como puedo y sin importarme que estos no estuvieran abrochados, que no tenía camiseta ni zapatos lo persigo por los pasillos del dormitorio.

Después de una discusión en la que la única persona que habló fui yo, Stephen se marchó del edificio satisfactoriamente, dejándome con su nueva prohibición: nada de sexo.

Me voy a morir. Joder, no voy a durar más de dos días.

S 😌❤👌👈❤😏 A

Y asi pasaron dos días. Mi miembro gritaba, por así decirlo, por atención. Me la pasaba casi todo él día duro y con dolores allí abajo y por si fuera poco la masturbación no ayudaba en nada. Ni si quiera lograba correrme. Era como si solo pudiera tener placer si Stephen me ayudaba... Era frustrante.

-Conozco a un chico que puede ayudarte con eso en un santiamén-me dice Paul, un amigo y barman, mientras limpia un vaso de cristal con un trapo detrás de la barra

Niego con la cabeza y tomo él resto del tequila que quedo en mi vaso.

-No es tan fácil- gruño- él no es un pasatiempo como todos los demás-explico- no puedo hacer algo que le haga daño y mucho menos hacer algo con alguien más

Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora