Nuestro Amor

41- Ámame todos los días.

Hola👐💜

Antes de comenzar con el capítulo quisiera decir algo porque, como ya deben de saber, actualmente nos encontramos en estado de cuarentena debido a la ola de contagio y ya declarada pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad de COVID-19.

Aquí abajo dejo dos páginas en las que pueden conocer más sobre las medidas preventivas contra este virus, más sobre qué es en sí y qué es lo que debemos hacer en caso de sospecha de estar contagiado, lo que realmente de todo corazón espero no sea ninguna de las situaciones en las que se encuentren. Por favor, cuídense. Usen tapabocas, laven sus manos constantemente con agua y jabón (el gel al 70% también funciona pero sólo debe usarse un máximo de tres veces), usen las medidas de higiene respiratoria (estornudar en un pañuelo desechable o en el ángulo interior del codo) y lo principal: quédense en casa, no se expongan.

#QuédateEnCasa

Ahora, con respecto a la actualización espero que les guste muchísimo, por favor comenten y voten si fue así🙆💜 Estoy algo oxidada en cuanto escribir esta historia pero esforcé así que espero les guste mucho😢💜 y sólo para que lo tomen en cuenta, Aaron y Stephen no están en cuarentena así que ellos si pueden salir y besarse y demás 😂😂😂 pero ustedes no lo hagan🙊🙊

Igual lamento muchísimo haber tardado tanto, siempre salían tareas nuevas así que no pude actualizar hasta ahora😓😢

I PURPLE U💜💜💜💜

https://coronavirus.gob.mx

https://climss.imss.gob.mx

S😌❤😏A

Aaron:

Mi cabeza está recostada en su regazo, he vuelto a ser un niño pequeño que se siente inmensamente feliz cuando el abuelo Krei acaricia mi cabello y sonrío ante la sensación de sus cálidas manos y del olor a pintura fresca de los cuadros que deja en su jardín para que se sequen después de un día entero de trabajar en ellos.

Mantengo lo ojos cerrados porque estoy demasiado cómodo y justo cuando siento que el sueño comienza a invadirme, él habla:

-¿Por qué no veniste la primera vez que me hospitalizaron?

El corazón se me detiene en ese momento. Abro mis ojos y miro hacia él, confundido, y es ahí cuando me veo ya más grande y en una habitación de hospital con mi abuelo acostado en la cama que lo tiene con un respirador que me deja ver solamente los ojos negros que heredado de él.

-¿Qué?... -pregunto, no entendiendo que es lo que está pasando.

-Si hubieras venido a verme te hubieras dado cuenta de que no estaba bien y seguiría vivo -replica- ¿Por qué no veniste?

Abro mi boca. Intento explicarle que quería ir con él, que realmente quería hacerlo pero por alguna razón las palabras no salen. Ningún sonido sale de mi boca, lo que me aterra aún más porque entonces él cierra sus ojos y un sonido -que es como un pitido largo y persistente- se hace presente, siendo tan alto que puedo oírlo resonando hasta mis huesos.

Entro en pánico, así que miro a mi alrededor y encuentro la puerta, que tiene un espacio de cristal por el que puedo ver a varias personas pasando. Entonces grito. Pido ayuda a los médicos, enfermeras o cualquiera de las personas que están caminando fuera de la habitación pero nadie me oye. Nadie me escucha y sólo siguen su camino sin prestarme atención e inevitablemente comienzo a llorar.

-¿Por qué no veniste?

Cuando abro los ojos -llenos de lágrimas que he soltado durante mi sueño y con una respiración acelerada que no puedo controlar por mis sollozos- me encuentro con que todo había sido una pesadilla.