Extra 3: Brett Hamilton

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Brett:

Cuando estaba en preparatoria mi vida era la mejor.

Tenía a la chica más bonita e inteligente de toda la escuela como mi novia y era el más popular y guapo. Las chicas se peleaban por mi atención y yo solo tenía que parpadear para enamorarlas. Conseguía sexo por montón y pensaba en todos como una simple herramienta para olvidar mi aburrimiento... o al menos hasta que me enamoré.

Ella no era la chica más linda de toda la escuela y mucho menos la más inteligente, pero hubo algo en ella que me cautivó por completo. Tal vez era su manera de sonreír cuando se ponía nerviosa, o lo linda que se veía cuando ejercía su papel como presidenta estudiantil, no lo sé.

Sólo sé que me enamoré perdidamente de ella, y todo fue perfecto. Ella se volvió mi novia. Salíamos a caminar todas las tardes, hablábamos de como nos había ido durante el día y pocas veces hacíamos algo más que tomarnos las manos, pues ella era muy tímida.

Esa fue la mejor época de mi vida hasta que llegó Aaron Valeska.

Su cabello negro era tan falso como su sonrisa y sus ojos ni si quiera tenían un color que cautivara como el mío así que no lo tomé en cuenta cuando se transfirió a la clase de mi novia, sin embargo, un día todo cambió.

-¿Me dejas?-pregunté con una risa sin gracia saliendo de mi garganta, sin poder creermelo.

-Si, lo siento-murmuró ella-me he enamorado de alguien más...

-¿Qué?

Su cara lo decía todo... en realidad, su olor.

-¿Tuviste sexo con alguien?

Su cara cambió en un instante, afirmándome lo que más temía.

-¿Cómo pudiste?-dije, mi voz flaqueando con mi orgullo-¿¡cómo pudiste hacerme algo así!?

-¡Lo siento!-sollozó-¡Él fue tan lindo que no pude contenerme!

-¿¡Que no pudiste contenerte!? ¡He estado a tu lado por un año entero!-grité, pero en seguida me rompí.

El corazón me ardía tanto como las lágrimas en mis ojos. El sonido de ella llorando era el peor que pude haber escuchado jamás pero ya no me importaba, no iba a consolar a alguien como ella.

-¿Quién fue?-exigí saber

Ella negó con la cabeza, diciéndome sin palabras que no necesitaba saber tal cosa.

-¿¡Quién fue!?

-¡Aaron Valeska!-respondió ella con un gemido de dolor-fue Aaron...

Me odié a mi mismo en ese instante. Perder contra alguien como él lo que más era preciado para mi... ¿cómo pude dejar que esto ocurriera?

-Aún podemos ser amigos...

-¿Amigos?-reí-vete a la mierda.

Esa noche algo se rompió dentro de mi. Hice cosas que nunca me imaginé haciendo y me aproveché de una persona aún más destrozada que yo, y lo peor de todo es que hasta el día de hoy no me arrepiento.

-Ambos estamos rotos ahora-le dije- así que ¿por qué no nos consolamos mutuamente?

Oh, Kilian. El chico de la casa de al lado. Si tan sólo me hubieras rechazado en ese entonces no sería tan retorcido como lo soy ahora.

-Está bien-susurró, sus manos aferrándose a mi cuerpo y sus labios acercándose a los míos.

Sonreí, negando con la cabeza al mismo tiempo que dividía sus labios con el toque de mi dedo índice.

Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora