2- Pervertidos

11.5K 453 267
                                        

La mirada de Aaron es intensa, llena de deseo.Sus pupilas están dilatadas y se me hace imposible verlas a través del negro de sus ojos, mi nuevo color favorito. Claro, no iba a admitírselo nunca a este pervertido de primera clase y mucho menos después de esto.

¿Qué demonios estaba pensando cuando suplique por más entre gemidos? ¿Es que ya no me valoro lo suficiente como para hacerlo en el baño de la cafetería como una puta? Joder, me llame puta a mi mismo. Pero ¿Qué demonios esta pasando aquí? ¿Qué a mi no me gusta Elijah? Y si es así, ¿Por qué casi no puedo respirar y siento mi corazón en la garganta?

Todo es culpa de este tipo. Había dicho que no haría nada conmigo pero hizo esto y yo lo deje... e incluso me gusto. Dios, esto es...no, necesito espacio, necesito pensar pero se me hace imposible con este idiota a menos de diez centímetros de mi.

Me siento asfixiado

-Déjame limpiarte-dice y se relame los labios cuando pasa el papel por mi adolorido trasero

El muy maldito había hecho lo que quería conmigo y no había tenido cuidado con mi cuerpo en lo mas mínimo...pero sus manos se sienten tan bien que requiero de todas mis fuerzas para no echar mi trasero hacia atrás, hacia sus deliciosas caricias que me hacen querer mas.

Cierro mis ojos en silencio, siendo cuidadoso de no expresar mi excitación y respiro profundo para que mi respiración no se vuelva irregular. ¿Por qué estoy haciendo esto con alguien a quien a apenas conozco de hace un par de semanas? Ni si quiera un mes de conocernos. Si, hemos platicado bastante y ya no me siento incomodo con el como en el principio pero ¿tener sexo en un baño publico? ¿Cómo caí tan bajo?

Siento uno de los dedos de Aaron empujarse dentro de mi y me doy cuenta de que si me quedo un minuto mas bajo su mirada caeré aun mas bajo.

-Ya estuvo por hoy-replico y lo alejo de mi

El gruñe por lo bajo y discute conmigo antes de dejarme salir del cubículo con la poca dignidad que creía tener.

Salgo del baño con una ligera capa de sudor en mi piel y un dolor punzante en la espalda. El frio de diciembre me golpea en la cara a penas abandono la cafetería. Estoy tan cansado que a penas puedo moverme. Caminar es el infierno pero tengo una reunión con el consejo estudiantil a las cuatro y son...veinte para las cinco. Mierda. Carol va a tirarme la bronca cuando me vea.

-Pero me duele todo...-suspiro y me acuesto en la primera banca que veo y aunque esta hecha de cemento puro ahora me parece la cosa mas suave en todo el mundo

Cierro mis ojos e intento dormir, no me importa si un maestro me ve, no quiero pensar en nada...pero lo hago. Inconscientemente lo hago por que de repente mi mente viaja hasta mis recuerdos y no cualquier recuerdo pues Aaron aparece en mi cabeza con esa sonrisa lasciva que comenzaba a gustarme y con ese calor que ahora me resultaba familiar. De la nada me entra un calor asfixiante y mi respiración se acelera, obligándome a respirar por la boca entre jadeos mientras fantaseo con el.

Relamo mis labios y me muerdo uno de estos cuando me dan ganas de ir por el a pesar de el dolor en mi cuerpo. No puedo evitar reírme de mi mismo, alguien como Aaron se ve como una persona a quien no debería querer y aun así aquí estoy reprimiéndome a mi mismo para no salir a buscarlo y lanzarme a sus brazos

-Soy tan patético

-Si, demasiado diría yo-dice una voz femenina y yo me sobresalto antes de mirar a quien le pertenecía la voz

Joder, Carol

-Si me vas a regañar por lo de la reunión de hoy ¿puedes hacerlo mas tarde? No estoy de humor-digo y me encojo en la banca cuando ella se sienta en ella

Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora