No siempre fue Amor

Capítulo 6: Menta

Creo que mi cara es un poema cuando él me ve y en ese momento siento un pequeño y lejano pinchazo en mi corazón, pero decido omitirlo totalmente, así que intento disimular lo que más puedo y me pongo seria yendo hacia mi sitio. Cuando veo por el móvil que sólo quedan cinco minutos para que se acabe la clase, decido ir guardando mis cosas despacio sin que se vaya enterando la profesora, para poder salir lo antes posible de esta clase.

En cuanto suena el timbre, me pongo de pie y salgo de clase lo más rápido que puedo, y escucho como David me llama:

-¡Elizabeth, espera!-

Pero yo no le hago ni caso, ahora entiendo porque ayer prefirió no besarme, esta claro que a él en realidad le gusta o está con otra, así que salgo  de clase sin detenerme y me apresuro a llegar a mi otra clase lo antes posible para poder perder de vista a David. Ahora mismo no me interesa para nada escuchar sus explicaciones, <una imagen vale más que mil palabras ¿no?>, pues ya está.

❣

Cuando llega la hora de la comida, estoy sentada con las chicas en nuestra mesa de siempre, por un momento levanto la vista de mi plato, para mirar a las chicas y meterme en la conversación que están teniendo y entonces es cuando le veo, entrar a David con su amigo por la puerta y para mi desgracia él me ve, así que aparto rápido la mirada, la verdad no sé porque parece que fuéramos como imanes, es decir, de alguna manera siempre logramos atraernos, coincidir con nuestros cruces de miradas, es bastante molesto o incómodo a veces, prefiero mejor intentar centrarme en la conversación de las chicas, pero a los pocos minutos otra vez mi mente está en otros lados y como ya no aguanto más decido contarles a las chicas lo que pasó hoy con él y así me desahogo un poco, por lo menos.

-Es un capullo- me dice Anahis con su cara más seria.

-Tía es un cabrón, pasa de él y ya esta, hay mas tíos en el mundo- dice Laura mirándome.

-Ya, es que ayer cuando me miraba, cuando estuvimos por unos segundos mirándonos a los ojos, parecía tan real, como tan especial, como si solo pudiera verme a mi en ese momento y ya está y luego en cómo casi por dos ocasiones estuvimos a punto de besarnos, pero sí, tenéis razón es un capullo. Lo malo es que todavía tenemos que terminar el bendito trabajo y no se como vamos a hacer, porque a mi no me apetece nada hablar con él ahora, ni nunca-.

Se quedan pensando por un momento las chicas y me dice Anahis:

-Pues ya está, envíale un mensaje diciendo que te deje el trabajo en tu mesa, que tu lo terminas sola, que ya tienes toda la información que hace falta y ya-.

-Pues si, a mi también me parece bien Eli, envíaselo ahora y ya, que cuanto antes te lo quites de encima mejor- me dice Laura.

Me quedo pensando por unos largos segundos, barajando todas mis posibilidades.

-Sí, supongo que tenéis razón, le enviaré un mensaje ahora cuando vaya de camino a clase otra vez-.

Una vez voy por el pasillo, decido enviarle el mensaje a David. A los pocos minutos de haber empezado la siguiente clase recibo un mensaje en el móvil.

<<Tenemos que hablar antes>> me escribe David.

<<No, yo no tengo nada que hablar contigo, solo quiero que me dejes el trabajo para que lo pueda terminar y ya está>> le respondo.