Capítulo 25: Aula oscura

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Al día siguiente me desperté y lo primero que hice fue mirar el móvil para ver si tenía un mensaje a lo mejor de David pero no, nada, su silencio me mataba, no se que más podía hacer para que creyera que de verdad me gustaba él, pero recuerdo su comportamiento tan frío el de anoche cuando estaba apunto de irme y no me gusto nada; se que esta mal por lo de su padre pero tampoco era para que de repente me mirara de esa forma tan distante. Prefiero no pensar mas en el tema y seguir con mi vida, que ahora mirando el reloj como no me de prisa voy a llegar tarde a la uni.

Nada mas entrar por la puerta del edificio se me acerca Riley, ruedo mis ojos al verle y sigo mi camino, pero eso no le detiene para seguir a caminando a mi lado.

-Oye Eli, siento todo lo que ha pasado; primero lo intente por las buenas y no conseguí nada, luego por las malas y fue peor, siento haberte molestado tanto, yo solo quería conocerte mas porque de verdad me gustas, pero ya vi que no puedo conseguir nada, espero que me perdones y solo quería decirte que ya no intentaré acercarme mas a ti, respeto tu relación con Garret y ya está-

Me le quedo mirando un poco sorprendida por sus palabras, entonces me detengo frente a mi taquilla y le digo:

-Vale, me alegro que lo entiendas-

Creo que mi tono fue mas frío de lo que pensaba, pero que le vamos a hacer, y la verdad no sé si creerme bien del todo sus palabras, ha dicho todo como si fuera algo predeterminado o ensayado, no sé si soy yo que me estoy volviendo loca o que, pero me ha dado como un poco una mala sensación sus palabras, como si esto no acabara de terminar del todo. Miro mi taquilla para abrirla y coger los libros ignorando a Riley y entonces él se da media vuelta y se marcha sin decir nada. En parte me sabe mal, porque parecía muy sincero, pero es que no puedo dejar que esto nos afecte mas a David y a mi.

El día transcurre sin cambio alguno, no he visto hoy tampoco en todo el día a David y supongo que es porque sigue en el hospital con su familia. Yo estoy mirando el reloj del escritorio que tengo aquí al lado del ordenador y me fijo en que quedan ya quince minutos para que salga de trabajar. En ese momento se me acerca mi jefe y deja una carpeta azul con documentos encima de mi escritorio y subo la mirada para verle.

-Necesito que hagas esos documentos-

-¿Para hoy?- le pregunto intentando guardar la calma, ya que son muchos y de aquí no saldría hasta las diez de la noche como me ponga justo ahora a ello.

Me mira un tanto molesto, gira su muñeca para ver la hora en su pedazo de Rolex y dice:

-Lo necesito para mañana encima de mi escritorio antes de las seis, así que tu veras como lo haces-

-Vale-le digo con una sonrisa, intentando ocultar la rabia.

<Este hombre de verdad, un día me va a matar, no mejor le voy a matar yo a él antes, por tanto trabajo que me pone a veces y por ser un prepotente> pienso para mis adentros al ver como se marcha hacia su despacho.

Claro está que mientras, miraba todo lo que tenía que hacer y el poco tiempo que me quedaba para salir no me dio tiempo a hacer nada, así que decido mejor hoy adelantar un poco y ya cuando venga de nuevo mañana a la oficina a las cuatro termino lo que me quede por hacer, aunque hoy ya tenga que salir mas tarde, pero mejor eso a que mañana no me de tiempo a hacerlo todo.

Estábamos ya abajo, afuera del edificio, Kyle y yo despidiéndonos con un fuerte abrazo.

-Bueno espero que la pases muy bien y ya me contaras que tal por Los Ángeles- le digo esto, guiñándole un ojo.

-Oh cariño, eso tenlo por seguro que mi chico y yo no lo pasaremos en grande, empezando por estrenar todas las habitaciones de la gran suite que ha pedido...- dice con ojos picarones.

No siempre fue AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora