Capítulo 48: Unión de hermanos

12 1 0
                                    


Cuando menos me lo espero, tengo a David encima de mi, pero literalmente, porque no sé en que momento hace que quedemos acostados, quedando yo bocarriba en el suelo. Me besa ávidamente sin reparo alguno, como si llevara siglos sin hacerlo, sus caricias empiezan a despertar un calor por todo mi cuerpo que no puedo evitar sentir, haciéndome de gelatina, nublando mis pensamientos y perdiendo todo mi autocontrol. Cuando decide colocar una mano debajo de mi ombligo y llevarla por el interior de mi pantalón, antes de que suenen mis alarmas en la cabeza están tocando a mi puerta.

-¿Eli, estás ahí?-

<<¡Oh, no!! ¡es mi padre!>>

Rápidamente David y yo damos un salto y se levanta de encima de mi y le digo, como puedo por señas y vocalizando apenas en alto:

-¡¡Cooorreeee es mi padree, ponte detrás de la puerta!!-

David hace automáticamente lo que le pido y yo me medio acicalo, para quedarme sentada en el suelo al lado de la cama.

-Si papá, claro dime-

Abre entonces un poco la puerta y me dice:

-¿Que haces cariño?-

-Nada papá, estoy aquí intentando estudiar un poco-

-Ah vale, pero ¿ahí en el suelo?-

-Si claro, es que ya me aburre de estar sentada en la silla todo el rato- pongo mis ojos en blanco para darle mas convicción.

-Bueno vale, que tu madre se retrasa un poco, ¿queréis paninis para cenar?- 

-¡Claro! por mi bien- le sonrío, para evitar ver que no me pone nerviosa ver a David y a mi padre separados solo por un trozo de madera de 5 centímetros, llamado puerta.

-Muy bien- cierra enseguida mi puerta y yo respiro a salvo.

Menos mal, que a diferencia de mi madre, mi padre siempre respeta mi intimidad y toca la puerta antes de entrar, pero lo que está claro es que estaba tan distraída por David antes, que no escuché cuando mi padre subía las escaleras.

-Mmm paninis que rico, vale acepto la invitación, me quedo a cenar- me dice David divertido, sonriendo de oreja a oreja, mientras se acerca a mi y me tiende la mano para ayudar a levantarme y ponerme de pie.

-Ya claro, muy gracioso-

-En fin, ¿por dónde íbamos?-

Antes de que pueda hablar, David ya me está atacando al cuello con sus labios perfectos besando y chupando a su antojo.

-David, para ¿no que íbamos a hablar?- 

Entonces en ese momento se detiene enseguida y me dice:

-Si, es verdad-

<<Oh no>> en ese momento ya le hecho de menos y quiero que siga haciendo lo que estaba haciendo hace unos segundos, pero lo primero es lo primero y necesito saber que pasó; me coge de la mano y nos hace sentarnos en la cama, respira profundamente y me dice:

-Pues a ver, no se bien por dónde empezar, ya te he dicho que no es un plato de buen gusto y es algo de lo que no estoy nada orgulloso Eli, yo ya he cambiado y no quisiera volver a nadar en esas aguas caudalosas de nuevo, pero entiendo que quieras saberlo. Es solo que bueno...-

-¿Que pasa amor?-le pregunto curiosa porque le veo dudar mucho con la mirada si me quiere contar o no.

-Pues, que no quisiera que cambiara tu forma de verme después de lo que te voy a contar-

No siempre fue AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora