Capítulo 19: Los Ángeles

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Sigo de pie delante en la entrada del salón y mis padres me miran para luego mirarse entre ellos; se les ve realmente molestos, no dicen nada, entonces decido yo hablar:

-Es por lo del viaje de Jason a Los Ángeles ¿no?- 

Pregunto, mientras voy a sentarme al sillón que está al frente del sofá donde está sentado mi padre y mi madre en el posa-brazos de éste.   

-No, él no está preparado para hacer un viaje como ese- le dice mi madre a mi padre ignorándome.

-No, yo tampoco estoy de acuerdo- le contesta mi padre.

Ruedo mis ojos, ante la perspectiva que tienen todavía de mi hermano, no es ningún niño y sale valerse por sí solo, además esta es una experiencia que le servirá mucho a él. Así que dado, que sé que me van a seguir ignorando, me levantó del sofá y les digo:

-Vamos a ver, Jason ya no es ningún niño, tiene derecho a tomar sus propias decisiones, yo tampoco estoy de acuerdo con que se vaya a otro sitio un tanto lejos, pero es un chico listo y no es ningún tonto, siempre intenta sacar buenas notas y no es de los que se la pasa todos los fines de semana de fiesta en fiesta; le han ofrecido esa oportunidad para su carrera, su vida y me parece bien, es una buena forma para que sepa desenvolverse en otro sitio él solo, así aprenderá a ser más responsable, más independiente y más maduro y ya sabéis lo cabezota que es, no intentéis cambiarle de opinión porque no lo va a hacer, deberíais apoyarlo y no frenarlo- 

Y dicho esto, me voy rápido a mi habitación no sea que les de por echarme la bronca a mi también, que ya tengo bastante yo con lo mío; dejo mi mochila en la habitación y todavía escucho desde arriba como mis padres siguen hablando sobre el tema en el salón, ruedo mis ojos, por el talento de mis padres que muy pocas veces nos comprenden y no entienden lo que queremos; entonces me voy a la habitación de mi hermano.

Toco la puerta antes de entrar, y pregunto si puedo pasar, cuando me contesta abro la puerta y le veo tumbado en la cama con la Tablet.

-Hola- le saludo.

-Hola- dice sin mirarme.

Me siento a los pies de la cama y suelto un suspiro:

-He intentado hablar con ellos y que intenten comprenderte pero ya sabes como son-

-Si- dice sin mas.

<Joder, lo que digo, este chico cuando quiere puede ser de lo mas soso y antipático> pienso, mientras veo como de arreglada tiene la habitación, irónicamente claro.

-Bueno quieres mirarme por lo menos, que te estoy hablando- le digo seria.

Me mira y suelta un suspiro como resignado.

-¿Que vas a hacer?- le pregunto.

-Nada- se encoge de hombros- voy a ir digan lo que digan, ¡dios a ver si se pasa ya el tiempo para irme de aquí!- me dice en tono irritado.

Por un lado le entiendo, porque no es fácil que tus padres siempre quieren que hagas lo que ellos digan y no dejarte hacer lo que a ti te gusta.

-Ya, ¿cuándo te vas por cierto?-

-El 18-

-¿De este mes?-

-Si- responde con una gran sonrisa.

-Vaya, que rápido pasan los días solo quedan tres semanas- le digo, sorprendida y él solo se encoge de hombros.

-Bueno ya sabes que yo siempre estaré contigo y tienes mi apoyo- le digo con una sonrisa- pero nada de hacer tonterías eh- le digo esto último señalándolo con el dedo y el ceño fruncido.

No siempre fue AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora