Elizabeth era una chica un poco tímida pero también atrevida algunas veces, intentaba ser siempre sincera con todo aquel que la rodeaba, se podía decir que muchas veces era alocada y se hacía la fuerte, pero a la vez, le daba miedo muchas cosas, sob...
Holaaa!! antes que nada decirte a ti lectora que si has llegado hasta aquí, no sabes la alegría que me das.. espero no defraudarte con esta historia hasta el final!! Aprecio de verdad el tiempo q le dedicáis a leerla..muuchisiimas graciaas!
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Llegamos a mi calle y le dije a David que mejor aparcara en la esquina y no al frente de casa, no sea que por alguna casualidad nos vieran mis padres, y luego tener que enfrentarme a un interrogatorio; ya les contaré un poco más adelante cuando vea que es el momento perfecto, de que estoy saliendo con David.
-Bueno, ya hemos llegado- dice apagando el motor y girándose hacia a mí.
-Sip- le contesto, apretando un poco mis labios.
-¿Que pasa?-me pregunta David en tono divertido.
-Nada- le digo intentando ocultar una sonrisa, porque la verdad es que casi no sé mentir.
-Venga dime, ¿que es?- insiste
-Pues... que he pasado una noche increíble David, has sido muy detallista conmigo, y la verdad no me lo esperaba, me ha encantado mucho y...-
-¿Y...?-
-Pues que ya no te volveré a ver hasta el lunes- le digo un poco vergonzosa.
Me sonríe dulcemente y me acaricia como siempre la mejilla con una mano:
-Podemos quedar mañana si quieres-
Lo pienso un momento y le contesto:
-Me encantaría, pero no puedo, tengo que entregar un trabajo de clase para el lunes y entre que mañana por la mañana ya la tengo toda ocupada por el trabajo en la oficina... pues casi no me va a dar tiempo a nada- le miro un poco triste y agobiaba por el fin de semana que me espera.
Se queda pensando unos segundos y me dice:
-Bueno y ¿qué te parece, si mañana voy a recogerte al trabajo y vamos a comer juntos y luego te llevo a casa pronto para que sigas con el trabajo de clase?-
Me parece buena idea su trato y decido aceptar:
-Esta bien- le digo- pero esta vez, yo invito, ¡eh!- le miro seria entonces.
Se ríe y dice: - ya veremos-
<Dios, que cabezota es, enserio> pienso, mientras muevo mi cabeza de lado a lado.
-Bueno me tengo que ir, mañana nos vemos entonces-
-Vale, hasta mañana- me responde.
Se acerca y me da un dulce beso, nos separamos y le miro fijamente, son los ojos marrones más bonitos que he visto nunca.
-Hasta mañana- le digo casi en un susurro y abro la puerta del coche para salir.