Nada mas llegar a la habitación, toco su puerta y entro, lo primero que veo es la cama vacía y hecha, cosa que hace que me asuste por un momento pensando que ya salió del hospital pero enseguida sale él del baño y me ve; nada mas hacerlo viene hacia a mi con una sonrisa y me acribilla a besos.-David para- le digo un poco molesta todavía.
-Ya, ya lo sé, soy un idiota, pero un idiota que te adora y no puede vivir sin ti- me dice mirándome a los ojos y con su mano buena colocándola a un lado de mi cara, haciendo un gesto de cariño.
-Pues si- le digo con mi ceño fruncido e intentando no derretirme en su mano.
Me mira dulcemente y pega su frente con la mía -de verdad, gracias por estar conmigo, y por todo lo que has hecho en estas semanas, sé que puedo llegar a ser muy difícil a veces- me dice todavía en la misma posición.
-Yo..- voy a contestarle cuando me calla con sus labios.
Le devuelvo el beso y pronto su mano deja mi cara para pasearse por todo mi cuerpo llevándola hasta mi cintura y así estrecharme mas hacia su cuerpo como puede, mis brazos van directo a abrazarle por el cuello y como podemos nos abrazamos para estar juntos lo máximo posible con su cabestrillo de por medio. Tras un largo minuto nos separamos.
-Jooder...no sabes cuanto necesitaba un beso como ese- me dice todavía muy cerca de mi boca.
En ese momento creo que me sonrojo un poco y le digo: -ya...y yo- la verdad no puedo pensar en nada más, mas que en ese beso que nos acabamos de dar y que tanto echaba de menos.
Me sonríe de medio lado y me deposita un suave y corto beso, en ese momento entra el doctor a la habitación.
Mientras mira su informe, nos dice: -bueno David, dado que veo que estas bien acompañado...-me mira entonces a mí, haciendo que me sonroje un poco- te acabo de firmar el alta, así que ya te puedes ir a casa-
-Genial, gracias Doctor- le dice David con una sonrisa triunfante de poder salir por fin.
El doctor Martin se va dejándonos solos de nuevo, le ayudo a recoger sus ultimas cosas y nos dirigimos al aparcamiento de abajo del hospital donde he dejado el coche, cuando estamos dentro sentados le pregunto.
-Bueno ¿a donde quieres que te lleve?-
-A tu cama- dice sin mas.
Abro los ojos como platos y le suelto: -¡¿queee?!- me río y le digo: -David, enserio- suelto un suspiro rodando mis ojos.
-Valee, pues vamos a mi cama- se encoje de hombros con indiferencia.
Me río de nuevo ante su comentario inapropiado, pero típico de él.
-David no vas a ir a ninguna cama, por lo menos no a una, donde estemos los dos juntos- le digo arrancando el coche.
Ahora es él quien me mira como si hubiera visto un fantasma: -¡¿sabes cuanto tiempo ha pasado ya?!-
Me vuelvo a reír y niego con la cabeza, mientras me dirijo a su casa.
-David acabas de salir del hospital, estas loco, no voy a hacer nada que te perjudique así que no insistas-
-¡Diooss! ¿y quién ha dicho que eso me va a perjudicar? Al contrario amor me va a favorecer mucho en la recuperación- dice esto ultimo en plan macho alfa, levantando sus cejas.
-Ya..ya...ya, no insistas, además te recuerdo que todavía tienes un brazo escayolado- le sonrío irónicamente -NO-
Suspira resignado y sabe que esta vez las tiene de perder. Al cabo de veinte minutos llegamos a su casa, aparco al frente y le ayudo de sacar la mochila que tiene en el maletero.
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No siempre fue Amor
Teen FictionElizabeth era una chica un poco tímida pero también atrevida algunas veces, intentaba ser siempre sincera con todo aquel que la rodeaba, se podía decir que muchas veces era alocada y se hacía la fuerte, pero a la vez, le daba miedo muchas cosas, sob...